lunes, marzo 3, 2025
InicioSeccionesOpiniónMalla curricular en educación basada en competencias

Malla curricular en educación basada en competencias

Abraham Coaquira Huancollo

El rol de la malla curricular en la implementación de la educación basada en competencias es un tema de creciente relevancia en el panorama educativo actual, especialmente en el ámbito de la educación superior. La educación basada en competencias, entendida como un modelo pedagógico centrado en el desarrollo de habilidades, conocimientos y actitudes que permitan a los estudiantes desenvolverse eficazmente en diversos contextos profesionales y personales, ha ganado terreno como respuesta a las demandas de un mundo laboral cada vez más complejo y cambiante. En este escenario, la malla curricular, entendida como la estructura que organiza y articula los contenidos, las actividades y las evaluaciones de un plan de estudios, emerge como un instrumento clave para garantizar la coherencia y la pertinencia de la formación.
Sin embargo, la implementación efectiva de la educación basada en competencias no está exenta de desafíos.
En primer lugar, es necesario superar la tradicional concepción de la malla curricular como una simple lista de asignaturas, transitando hacia un modelo más flexible e integrado, que promueva la interdisciplinariedad y la vinculación entre la teoría y la práctica. En segundo lugar, es fundamental asegurar que las competencias que se pretende desarrollar estén claramente definidas y alineadas con las necesidades del entorno laboral y social, evitando caer en la mera reproducción de contenidos y fomentando el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico, resolución de problemas y creatividad.
Además, es preciso reflexionar sobre el rol de la evaluación en la educación basada en competencias. Tradicionalmente, la evaluación se ha centrado en la medición de conocimientos teóricos, dejando de lado la evaluación de habilidades y actitudes. En este sentido, es necesario transitar hacia un modelo de evaluación más auténtico y formativo, que permita a los estudiantes demostrar su capacidad para aplicar sus conocimientos y habilidades en situaciones reales, y que les brinde retroalimentación oportuna y constructiva para mejorar su desempeño.
Asimismo, es importante considerar que la implementación de la educación basada en competencias no es un proceso lineal ni homogéneo, sino que requiere de una adaptación constante a las particularidades de cada contexto y de una reflexión crítica sobre las prácticas pedagógicas. En este sentido, es fundamental fomentar la participación y el compromiso de todos los actores involucrados en el proceso educativo, incluyendo a docentes, estudiantes, empleadores y responsables de la gestión educativa, promoviendo un diálogo abierto y constructivo que permita identificar los desafíos y las oportunidades de mejora.
No obstante, a pesar de los desafíos que implica su implementación, la educación basada en competencias ofrece un enorme potencial para transformar la educación superior y preparar a los estudiantes para enfrentar los retos del Siglo XXI. Al centrarse en el desarrollo de habilidades, conocimientos y actitudes relevantes para el mundo laboral y social, este modelo educativo puede contribuir a mejorar la empleabilidad de los egresados, fomentar el emprendimiento y promover el desarrollo de una ciudadanía activa y comprometida con el progreso de la sociedad.
Entonces, la malla curricular desempeña un rol fundamental en la implementación de la educación basada en competencias, pero su efectividad depende de la capacidad de las instituciones educativas para superar los desafíos que implica su adopción y para promover una cultura de innovación y mejora continua. Al transitar hacia un modelo más flexible e integrado, alinear las competencias con las necesidades del entorno, transformar la evaluación en un proceso formativo y fomentar la participación de todos los actores involucrados, se puede aprovechar al máximo el potencial de la educación basada en competencias para transformar la educación superior y preparar a los estudiantes para un futuro incierto, pero lleno de oportunidades.

El autor es Docente de Pregrado UPEA, Profesional de Turismo y Relaciones Internacionales.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES