Ante los recientes hechos de tránsito que dejaron casi un centenar de muertes en el occidente y los recurrentes ajustes de cuentas por narcotráfico en el oriente, expertos consideran que la población boliviana vive su peor momento de inseguridad, agravado por la inacción de la Policía y un “Estado en retirada” frente al crimen organizado.
Para el abogado, Franz Barrios Gonzáles, el Estado “está causando el peor momento de inseguridad para la población civil boliviana” ya que “los narco-ajustes de cuentas se incrementan en todo el país” como el síntoma de un país donde el crimen dejó de ser clandestino para convertirse en parte estructural del poder.
“La población exige liderazgo firme contra las mafias que han convertido al país en su feudo. Gobernar sin control territorial y con el Estado en retirada frente a las bandas criminales es una receta para el colapso”, señaló Barrios el pasado lunes en su cuenta de X.
Sus declaraciones tuvieron lugar en referencia a los recientes hechos de sangre registrados en varios puntos del país, como el hallazgo de una cabeza humana cercenada en la localidad de Sacaba (Cochabamba), el reporte del levantamiento de un cadáver en el río Ichilo en el mismo departamento, o el asesinato de un capitán de policía en su propio garaje tras una ejecución a mano armada, todos relacionados al narcotráfico.
Estos recientes hechos de sangre, levantaron la alarma en varias voces de analistas y opositores, quienes observaron un fortalecimiento incontrolable del crimen organizado a vista y paciencia del Estado, al cual no parece preocuparle velar por la seguridad de la población.
CRISIS DE INSEGURIDAD
En referencia al violento acribillamiento del policía el 19 de febrero de 2025, la experta en seguridad, Gabriela Reyes, aseveró que Bolivia vive una crisis de inseguridad agravada por un debilitamiento de la Policía Boliviana que fue empeorando cada año.
Por su parte, el analista político de Soberanía y Libertad (Sol.bo), José Luis Bedregal, criticó que la institución del orden se encuentra en un “estado de alarmante descomposición” y reiteró la necesidad de una reestructuración interna en este organismo del Estado, a cargo del Ministerio de Gobierno.
En criterio del jurista, la prioridad de las próximas autoridades que gobiernen el país no puede ser otra que “restaurar la autoridad, recuperar las calles y demostrar que el poder legítimo no está en manos de la delincuencia”.
Asimismo, llamó al ministro, Eduardo Del Castillo, “la mascota torpe” del narcotraficante uruguayo, Sebastián Marset, denominando a la autoridad como “una de las mayores amenazas para la seguridad interna y soberanía nacional”.
“El hampa no es una alternativa electoral, es un problema que debe ser resuelto con decisión por el siguiente Gobierno”, acotó Barrios en la misma plataforma digital.
ACCIDENTES
Asimismo, en los últimos cuatro días de Carnaval se registró varios hechos de tránsito que dejaron 73 personas fallecidas en total, junto con más de un centenar de heridos. En uno de estos casos, se reveló que el conductor de un bus conducía en estado de ebriedad; mientras, en otro caso se dio a conocer que el conductor no poseía licencia válida para conducir.
Ante el elevado número de víctimas fatales en pocos días, estos siniestros despertaron la crítica de la sociedad respecto al trabajo de las autoridades en controlar efectivamente las carreteras y el estado de los conductores, en vista de que las fuerzas del orden son las encargadas de velar por la seguridad de la población.
El sábado 1 de marzo, un fatal choque entre dos autobuses en la carretera Uyuni-Potosí cobró la vida de 37 personas y dejó a otras 39 gravemente heridas. Una pericia policial confirmó que el conductor de uno de los vehículos llevaba niveles altos de alcohol en la sangre, una posible razón del accidente.
La misma jornada, una adolescente de 14 años perdió la vida tras ser atropellada por un bus en la ciudad de Oruro, sumando 38 fallecidos en apenas el primer día de Carnaval.
Al día siguiente, una gigantesca roca cayó sobre un minibús en la ruta Entre Ríos-Palos Blancos, en el departamento de Tarija, prolongando la tragedia en las jornadas de fiesta. Tal infortunio dejó un saldo de dos personas fallecidas, de acuerdo con un reporte de Red Uno, sumando 40 víctimas fatales.
El lunes, el luto continuó en las carreteras tras una colisión vehicular entre una vagoneta y un bus que circulaba en contrarruta en la carretera Oruro-Potosí, hecho que produjo el embarrancamiento del segundo vehículo y la pérdida de otras 31 vidas y un saldo de 22 personas heridas.
Asimismo, dos personas jóvenes perdieron la vida en un accidente en la ruta Oruro-Pisiga, registrado el mismo día, luego de una colisión frontal ente una camioneta y un camión, a la altura de la comunidad de Sabaya.
Finalmente, ayer se registró otra colisión vehicular en la carretera Sucre-Potosí, a la altura de Campanario, que dejó tres personas heridas, mientras que un autobús se salvó de embarrancarse en La Asunta, gracias a la rápida acción de los pasajeros que sujetaron el vehículo con una cuerda, evitando una nueva tragedia.