No me sorprendería que ganen en estas elecciones los peores hombres, por la razón o por la fuerza. Todo vale en el amor y en la guerra. Pero sepamos cual es la opinión de la gente:
¿Quién va a ganar las elecciones presidenciales en Bolivia?
Justo al final la gente se subirá al carro ganador, como atrapados por una corriente, los votantes se verán arrastrados hacia el partido político, que según la expectativa de la gente va a vencer. El clima de opinión depende de quien hable y de quien permanezca en silencio, las intenciones de los votantes no giran como veletas en una tormenta, sino que poseen una considerable estabilidad. Los que dicen “conozco a muy poca gente”, o los que dicen “conozco poco a los candidatos y su programa de gobierno”, son los que mayor probabilidad participan en un vuelco en el último minuto. También es probable que los que tengan menos confianza en sí mismos y menos interés en la política, cambien su voto en el último minuto. Todos hacen los preparativos para la toma del poder.
El Gobierno Nacional a la cabeza de Arce Catacora, se ha distanciado del pueblo, los gobiernos municipales de La Paz, han aislado a gran parte de la población. Al igual que el gobierno central, estas alcaldías solo gobiernan para los suyos, por ejemplo: no me siento conforme con el Gobierno Municipal de Tupiza, me siento conforme con el Gobierno Departamental de Potosí; no me siento satisfecho con el Gobierno Central, a todos los considero mentirosos y corruptos. Por otro lado, no estoy de acuerdo con los partidos políticos de oposición, porque no los considero la verdadera oposición, son funcionales al régimen masista. Hasta que no exista una alternativa real de oposición en Bolivia, el estado de las cosas seguirá siendo el mismo. Los falsos opositores que se unen hoy, mañana serán los traidores de Bolivia.
Los que siguen creyendo en el MAS, en sus distintas vertientes y todo lo que representa, tienen miedo a quedarse solos, por eso han comprado una sigla, como sugiriendo que, cambiando de sigla y color, se van a limpiar del lodo y la fetidez masista. La verdad es que tienen miedo a quedarse solos con su fidelidad al instrumento o a los jefes del instrumento y temiendo más a la soledad que al error, declararán que comparten las opiniones de la mayoría. De modo que lo que es solo la opinión del área urbana y rural, llegará a ser considerada como la voluntad de todos y a parecer por ello irresistible. Incluso los que habían contribuido a dar esa falsa apariencia de apoyo al MAS, se darán la vuelta. El MAS ha muerto, todos hemos contribuido a darle el golpe de gracia.
Como analista solo observo el medio social, me fijo en lo que piensa la gente y soy consciente de que las tendencias son cambiantes y veo que hay opiniones que van cambiando y cuáles van a convertirse en dominantes. Como están las cosas, todo puede suceder, especialmente con muchas sorpresas al final de la inscripción de los candidatos. En esta elección presidencial todos estamos implicados, la gente percibe en su sensible piel social que las cosas no están bien, el crimen organizado campea impunemente en todo el territorio nacional, con complicidad de la policía nacional; el Narcoestado es una realidad, perforó las instituciones de seguridad interna y externa; Bolivia se ha convertido en parque de diversiones para los narcotraficantes y el principal producto de exportación en Bolivia, se ha convertido como la taza de café para todo el mundo.
El poder del pueblo, está en su capacidad de rechazar al presidente y sacarlo del gobierno, si no presta atención a los deseos masivos. Todos los gobernantes están sometidos a los dictados de la opinión pública, en Bolivia de nada hay seguridad, ni de ganar las elecciones de manera limpia, ¿dónde está la confianza, la seguridad en el Órgano Electoral Plurinacional? Repito nuevamente, los que le están siguiendo el juego al régimen del MAS, o son inocentes, crédulos y beatos o son cómplices, coautores y culpables de toda la miseria moral y ética que vive el país.
Lo público, es lo que todos pueden ver, es ambición de unos pocos, a costa de la esperanza de muchos. Dónde están los modales de nuestros “políticos” que no quieren pasar de moda, dónde está la moral de nuestros “políticos”, dónde están las costumbres políticas y, sobre todo, la opinión pública no se pronuncia. Hay que proteger a nuestra institución electoral de la corrupción y el deterioro a la cual la ha sometido la clase política decadente y corrupta, en especial el régimen del MAS. La división política del país y las divisiones partidarias es lo que quiere el MAS, pero este comportamiento no puede ser beneficioso para Bolivia. Nuestra sociedad tiene un único fundamento colectivo, que es la unidad en torno al interés nacional, que hoy se ve amenazada por el egoísmo de unos pocos actores políticos, llámense Tuto, Doria Medina, Manfred, Andrónico, Arce y Morales. Señores, hay que tomar conciencia, hoy tenemos una maltrecha democracia, la convicción del pueblo es clara, solo quiere paz, tranquilidad y seguridad en sus hogares. Hay que volver a los principios morales básicos, sobre los cuales el pueblo mantiene vivo su espíritu originario. Hay que conservar el respeto público, que rápidamente ha sido destruido en Bolivia.
Jhonny Vargas es Politólogo y Docente de Postgrado.