La escasez de gasolina y diésel pone en emergencia a los municipios de Mairana, Samaipata, Comarapa y Vallegrande, donde productores y transportistas pasan horas en filas intentando abastecerse de carburantes.
En Vallegrande, los dos surtidores de la ciudad quedaron sin gasolina la tarde de ayer, luego de que centenares de productores lograran comprar hasta Bs 160 de combustible por persona. Mientras tanto, un camión cisterna llegó con diésel para atender la demanda de transportistas que esperaban desde el domingo.
Las lluvias persistentes desde el fin de semana han empeorado la situación, dificultando la circulación en los caminos departamentales. “Las plataformas viales están saturadas y recomendamos a los transportistas tomar precauciones”, advirtió el subgobernador de la provincia, Gary Rodríguez.
Además de la falta de combustible, el clima sigue complicando las actividades en la región. Las temperaturas han descendido hasta los 17 grados, afectando la producción agrícola y la logística del transporte. La incertidumbre crece entre los pobladores, que esperan soluciones urgentes para evitar mayores pérdidas.