viernes, marzo 14, 2025
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Mediocridad política actual

Fabian Freire

Hace ya mucho tiempo que no tenemos ni líderes ni partidos políticos con doctrina y directrices claras. Parece que se ha perdido el rumbo y la capacidad de “seducir” al electorado. Esta mediocridad política está presente desde hace muchos años. Los “buenos tiempos”, en los que los partidos políticos tenían la capacidad de conquistar a la gente gracias a su discurso, ideología o doctrina, han quedado lejanos. Es tan grave la situación que el electorado opositor no vota por las propuestas, sino por el que “mejor parado” esté para vencer al MAS. En vez de tener políticos capaces y astutos, tenemos políticos que dependen del voto útil.
El MAS es, en la actualidad, el único partido que cuenta con doctrina y directrices claras; esa es una de las grandes razones que explican su dominio político contundente en los últimos 20 años. La oposición, por su parte, cree que para vencer al MAS solo hay que declararse opositor y “antimasista”, para así ganar la confianza de la gente, sin profundizar en sus propuestas ni enfocarse en su visión de país.
El declive no está solo presente en las directrices e ideologías de los partidos políticos, sino también en los líderes. Antes, para participar en la política nacional, había que contar con astucia, oratoria y ser un “político nato”; hoy, cualquiera se cree político. Esta última crítica es tanto para el MAS como para la oposición, pues ambos han contribuido a la destrucción de lo que significa ser un “político nato”. El MAS se ha enfocado generalmente en enviar a dirigentes sindicales a la esfera política: algunos astutos y capaces, pero la mayoría ignorantes y poco preparados. Por su parte, la oposición comete los mismos errores. Por ejemplo, CC se enfocó en escoger mayoritariamente activistas del 21F como legisladores. Algunos son buenos profesionales, pero sin dudas no son políticos natos; no por nada el MAS los ha “masacrado” y humillado en estos años. Respecto a las anteriores gestiones, la figura es algo similar: buenos profesionales o gente medianamente capacitada, pero sin conocimiento político. No por nada el MAS ha hecho lo que ha querido y nadie le ha puesto un alto. Esta incapacidad política, tanto de los partidos políticos opositores como de diversos líderes, ha generado que hoy Bolivia esté totalmente destruida y con un futuro nada alentador. Un cambio radical es necesario.
Muchos podrán decir que en los tiempos modernos ya no importan las propuestas, la doctrina y la ideología en los partidos políticos, pero el panorama actual nos demuestra lo contrario. Líderes como Trump o Putin tienen bien definidas sus directrices y visiones de país. Es con base en sus ideas que han logrado ganar el apoyo popular. Lo mismo podríamos decir de Milei en nuestra región: su ideología y doctrina política están bien construidas y sabe lo que quiere. Hoy toda esa pasión política de antaño parece estar retornando. Es necesario, por ende, construir una alternativa política que tenga bien definidas sus directrices y doctrina política.
Es triste que en Bolivia el único partido político que cuenta con esto sea el MAS en la actualidad. Los demás no saben qué es lo que quieren ni tienen definida su visión de país. Esta situación está cada vez peor. Ahora, partidos políticos sin “alma” ni programa aparecen con más frecuencia, como “Panbol”, “APB Súmate” y “Morena”.
Urge que aparezca un partido político que tenga ideología, directrices firmes y una clara visión de país. Además, deberá estar enfocado en construir un programa que abarque lo político, lo social y lo económico. Solo así hablaremos de un partido político verdadero, capaz de ocupar el rol hegemónico que tarde o temprano dejará el MAS y acabar con el socialismo.

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