Restricción del matrimonio en adolescentes enfrenta trabas

El proyecto de ley que busca prohibir el matrimonio y la unión libre de menores de 18 años en Bolivia, eliminando cualquier tipo de excepción, como protección contra la violencia y la desigualdad, encontró resistencia en algunos legisladores, lo que llevó a su aplazamiento en la Cámara de Senadores para un análisis con las fuerzas políticas.
La normativa impulsada por la senadora paceña Virginia Velasco fue debatida en la reciente sesión plenaria de la Cámara Alta, en la que algunos senadores identificados con el “ala evista” en el Movimiento al Socialismo (MAS) trataron de minimizar los riesgos de este tipo de prácticas, bajo el argumento de que sería una situación “común” en zonas rurales.
“Hay familias que casan a sus hijas, debido a la pobreza o se compara esta restricción con el derecho al voto a los 16 años o al trabajo a los 14 años”, cuestionó la senadora, reprochando que una de sus colegas incluso haya justificado esta práctica, asegurando que “le fue bien” en su experiencia de matrimonio a los 16 años, ignorando por completo que la mayoría de las adolescentes que se casan ven truncados sus estudios y oportunidades.
Actualmente, el Código Niña, Niño y Adolescente permite el matrimonio a los 16 y 17 años con autorización parental o de la Defensoría de la Niñez. El proyecto de ley 036/2023-2024 busca modificar dicha norma y elevar la edad mínima a 18 años, sin excepción alguna, además de anular la emancipación por esta causa y promover una estrategia de prevención y difusión sobre sus efectos negativos.
“El matrimonio priva a las adolescentes de su educación, sus sueños y muchas veces de su seguridad. La pobreza no puede ser excusa para casarlas, ni que a alguien le haya ido bien con esta unión; las leyes se hacen para la mayoría no para excepciones. El tratamiento de nuestra propuesta fue aplazado, pero seguiremos insistiendo porque las adolescentes no son esposas, son el presente y futuro”, expresó Velasco.
Según el Servicio de Registro Cívico (Serecí), en los últimos 11 años se registró a 6.001 adolescentes, entre 16 y 17 años, que contrajeron matrimonio.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) afirma que el matrimonio infantil (menor a 18 años) es una violación a los derechos humanos y que casarse a una edad temprana las expone a mayores riesgos de violencia, abuso, embarazos forzados y abandono de estudios, perpetuando un ciclo de pobreza y desigualdad.
Además, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, recomendó a Bolivia elevar la edad mínima para el matrimonio sin excepciones y desarrollar políticas públicas que protejan a las adolescentes de esta práctica nociva.