Hace pocos días, El Alto celebró sus 40 años de fundación, constituyéndose en la urbe más joven del país. En estas cuatro décadas, la pujante ciudad alteña tuvo grandes transformaciones y avances, los cuales la sitúan entre los tres principales centros económicos del país. El Alto, por su desarrollo económico, crecimiento demográfico y una economía diversificada que incluye industria manufacturera, agricultura y comercio, adquirió el rango de ciudad el 6 de marzo de 1985.
Según el INE, la población proyectada para el 2022 fue de 1,2 millones de habitantes, siendo la segunda ciudad más poblada de Bolivia, después de Santa Cruz de la Sierra. Además del crecimiento demográfico, debemos resaltar el crecimiento empresarial constante. En 2005 El Alto tenía instaladas 1.696 empresas. Actualmente, el 60% de las industrias del departamento tiene sus instalaciones en esta ciudad, contando con un total de 34.087 empresas activas en la urbe alteña.
La infraestructura y desarrollo vial, además de urbanizaciones, otorgan las condiciones necesarias para promover una dinámica productiva de algunas grandes y medianas empresas, y de pequeños emprendimientos en rubros variados, como confección de ropa, alimentos, y pequeñas unidades productivas, manufactureras y artesanales.
Según la Cámara Nacional de Industrias, el 60% de las fábricas de La Paz se encuentra en El Alto. De acuerdo con la Cámara Departamental de Industrias de La Paz, alrededor de la mitad de sus empresas afiliadas cuenta con al menos una planta industrial en la ciudad alteña. Entre ellas se destaca a Pil, Soboce, Embol, Laboratorios Vita, entre otras.
En la celebración de los 40 años de fundación de El Alto, el presidente del Estado, Luis Arce, destacó el crecimiento de la base empresarial de esta ciudad en un 19,5% en los últimos años y la creación de más de 5.500 nuevas empresas, reflejando el esfuerzo de los alteños y el compromiso del Gobierno nacional por dinamizar la economía y generar empleos.
Eva Copa, alcaldesa alteña, declaraba con énfasis que trabajan para convertir a El Alto en una “ciudad industrial”. “Estamos trabajando en nuestro campo industrial, es un proyecto a largo plazo, Dios quiera que podamos plasmarlo y si no ojalá que la siguiente administración lo haga realidad. Es todo un proceso que ya se lleva adelante y estamos muy agradecidos con los empresarios por el apoyo y propuestas que nos brindan actualmente”, remarcó.
Según el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, la inversión pública ejecutada en el municipio de El Alto entre 2006 y 2024 alcanzó los 129 millones de dólares. En la pasada gestión, el municipio alteño tuvo un 87% de ejecución de inversión pública. Entre sus obras destaca el “Titán”, Estadio Municipal de Villa Ingenio, que demandó una inversión de aproximadamente 8 millones de dólares.
La Economía Naranja tiene una gran relevancia en El Alto. Atractivos como la ruta “minero por un día”, el recorrido por los cholets, el Valle de Kaquemarka y los murales de Roberto Mamani Mamani expresan el potencial turístico y el fomento a la riqueza cultural en la urbe alteña.
La feria más conocida y más grande del país es la “Feria 16 de Julio”, que tiene sus orígenes en la segunda mitad del siglo pasado con unos 50 vendedores. Actualmente alberga casi 100 mil vendedores registrados, en más de 50 hectáreas. Se estima que acuden aproximadamente 100.000 personas y se hacen transacciones por al menos dos millones de dólares, solo en dos jornadas semanales (jueves y domingos).
En 2024 fueron otorgados créditos productivos a 142.277 iniciativas en El Alto. Entre 2020 y 2024, el monto destinado a estos créditos aumentó de 735 millones a 1.071 millones dólares, representando un incremento del 46%. En 2012, el crédito productivo alcanzaba los 141 millones de dólares, y hasta la gestión pasada aumentó en 660%.
Aun con datos económicos positivos, hoy El Alto también tiene diversos desafíos. Es cierto que la alta terciarización de la economía es una de las características actuales del perfil productivo del municipio alteño. El valor de la producción para 2016 se concentraba en más del 75% en los sectores de servicios, mientras que las actividades de industria, manufactura y artesanía aportaban con el 16% y las actividades primarias, principalmente de la agricultura, no alcanzaban el 1%.
Los empresarios consideramos que esta joven ciudad tiene las condiciones necesarias para promover el desarrollo de actividades industriales, constituyéndose en uno de los principales polos de progreso de Bolivia.
El autor es Economista, Presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP).