A pesar de los anuncios de industrialización y la inauguración de nuevas industrias estatales, como la planta procesadora de papa o la del Complejo Siderúrgico del Mutún, las observaciones a las nuevas empresas públicas no se dejaron de esperar debido a que no funcionarán al 100%.
Ese es el estado de la mayoría de las empresas estatales, no funcionan al 100%, por diferentes factores, pero la más principal es la materia prima; a esto hay que sumar que muchas de ellas ya existían por la inversión privada.
El economista e investigador Julio Linares informa que el gasto en salarios de las empresas públicas subió en los últimos 14 años hasta pasar los 2.000 millones de bolivianos, con resultados inciertos.
En 2010, el gasto en salarios de las empresas públicas fue de 977,2 millones de bolivianos en un año, en 2014, tiempo de la bonanza económica, subieron a 1.962 millones y en 2023, la erogación alcanzó a 2.249 millones, subió en 130% en 14 años, describe el economista en sus redes sociales.
En la primera gestión del Movimiento al Socialismo (MAS), el Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (Sedem) tenía la misión de incubar empresas para que luego sean autosostenibles, algunas estaban en este proceso, aunque se desconocen los resultados.
Al respecto, Linares explica que esa unidad estatal maneja entre 400 y 500 millones de dólares anuales desde la gestión de Evo Morales, cuyos recursos se destinan a la creación de diversas plantas estatales, pero inviables.
Sin embargo, el libro elaborado por Julio Linares, muestra que la mayoría de las empresas públicas tienen déficits, algunas están en quiebra técnica y siguen operando con pérdidas a costa de los bolivianos.
Como ejemplo, dos empresas fracasadas y creadas con préstamos de las Reservas Internacionales del Banco Central de Bolivia (BCB). 850 millones de dólares perdidos, nunca devolvieron un peso. La solución, más emprendimientos privados desde 2025 y menos empresas públicas inviables, indica.
Plantea que se debe terminar con las agencias de empleos públicos y reducir la participación del Estado en el sector económico, además dar lugar a los nuevos profesionales jóvenes para desarrollar la actividad privada.
El economista señaló una cifra de 600 millones de dólares a diciembre de 2023 que habrían perdido las empresas creadas bajo el régimen del Movimiento al Socialismo (MAS) y dos registran quiebra técnica que siguen funcionando.
Mi Teleférico, Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), la Empresa Boliviana de Producción Agropecuaria, la planta de azúcar San Buenaventura, Yacana, la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH), Quipus, la Agencia Boliviana Espacial (ABE), la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), están en la mira y el déficit acumulado es significativo.
Mientras tanto, el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, en declaraciones a Eju.tv, informó que, según datos oficiales, en 2023 el déficit global de las empresas estatales alcanzó los 3.900 millones de bolivianos; mientras que, en 2022 fue de 3.843,7 millones y en 2021 ascendió a 25.900 millones.
Empleos
En 2023, el presidente Luis Arce destacó que el Gobierno nacional lleva adelante la implementación de más de 130 plantas industriales en el país, con una inversión de más de 3.600 millones de dólares, con el objetivo de crear una economía de base ancha para la industria boliviana, en diversos rubros de la economía orientados a dinamizar y beneficiar a productores, artesanos, pequeños, medianos y grandes empresarios, según una nota de prensa del Ministerio de Desarrollo Productivo.
“Considerando todas las potencialidades productivas regionales, nuestras plantas industriales nos permitirán generar un ahorro en importación de más de 530 millones en divisas de manera anual, a través del aprovechamiento de la gran diversidad de productos agrícolas desde la papa, los cereales, almendras, frutas, aceites vegetales, lácteos, hasta productos altamente demandados en el mundo como los agroinsumos, fertilizantes, el aprovechamiento de camélidos, productos cárnicos, riqueza piscícola, la fabricación de vidrio, entre otras”, detalló.
Recientemente, la planta procesadora de papa, ubicada en la ciudad de El Alto, con una inversión de 23 millones de dólares, aproximadamente, fue inaugurada y genera 50 puestos de trabajo; sin embargo, está instalado en terrenos que aún no le pertenecen.
El Gobierno inició la instalación de plantas industriales en donde operan empresas del sector privado, como el cemento, la producción agropecuaria, ahora la producción de frituras, como la papa, el sector farmacéutico, procesadoras de frutas, producción de azúcar, entre otros, que sólo buscan destruir a la iniciativa privada, al competir en condiciones desiguales.
Industrias
La industria de la Química Básica, con una inversión de más de 3.400 millones de bolivianos, permitirá integrar las cadenas productivas de manera horizontal y vertical para beneficiar a más de 1.900 industrias nacionales, así como dar paso a la creación de nuevas industrias y nuevos empleos, y permitirá sustituir importaciones por 210 millones de dólares, en el inicio, sostiene la entidad estatal.
En 2023, el entonces ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, informó que en 2 años y medio de gestión, el Gobierno nacional implementaba 47 plantas con una inversión de 7.578 millones de bolivianos.
La implementación de 47 plantas industriales en el sector de desarrollo productivo generaría más de 5.000 empleos directos, 15.000 empleos indirectos en la fase de construcción y 20.000 empleos indirectos en la fase de operación, de acuerdo con la nota del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural.
Crítica
El analista económico Gonzalo Chávez fue crítico ante los anuncios de industrialización de parte del Gobierno, pues indicaba que el país tiene un retraso de 200 años y que algunas ya hay en el mercado nacional, más bien debía poner su atención en la administración del Estado en desarrollar el capital humano y las nueva tendencias ligadas a la inteligencia artificial.
Gran parte de los críticos han solicitado el cierre de algunas empresas ante la pérdida que generan, y en este momento tan crítico para la economía nacional, piden revisar la política estatal.
