El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer el comienzo de una «acción militar decisiva y contundente» contra la insurgencia hutí de Yemen en represalia por su campaña de ataques contra la navegación en el mar Rojo, y cuyo telón de fondo es, en último término, un serio aviso a Irán, la gran potencia que respalda a los milicianos yemeníes.
«Hoy ordené a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que emprendan una acción militar decisiva y contundente contra los terroristas hutíes en Yemen, quienes libraron una campaña implacable de piratería, violencia y terrorismo contra buques, aeronaves y drones estadounidenses y de otros países», anunció Trump en su cuenta de su plataforma Truth Social con un mensaje en el que exige abiertamente a Teherán que cese «inmediatamente» su apoyo a los «terroristas hutíes» o se enfrentará a una severa respuesta norteamericana.
De momento, fuentes locales yemeníes confirmaron a la cadena panárabe Al Arabiya al menos cinco explosiones en la capital del país, Saná, bajo control del movimiento insurgente desde hace más de una década. Las detonaciones destruyeron un cuartel del movimiento en el barrio de Al Jarf y alcanzaron también las inmediaciones del aeropuerto, al norte de la capital.
Minutos antes de que Trump anunciara el comienzo de la operación, fuentes de seguridad estadounidenses avanzaron al diario «The New York Times» que los bombardeos irán dirigidos contra «decenas de objetivo» bajo control de la insurgencia en un ataque contra el arsenal hutí en Saná que podría durar «varios días» dado que se encuentra enterrado a gran profundidad.
Según las fuentes del «NYT», algunos asesores de seguridad querían emprender una campaña más agresiva y extender los bombardeos al norte del país, bajo control insurgente, pero Trump paralizó de momento esta opción y se conforma con lo que es, hasta el momento, una versión más dura de los ataques previos ordenados por su predecesor, Joe Biden: una respuesta «patéticamente débil», en palabras del actual presidente, «que no impidió a los hutíes, sin control alguno, seguir atacando»
«FUERZA LETAL ABRUMADORA»
«Nuestros valientes combatientes están llevando a cabo actualmente ataques aéreos contra las bases, líderes y defensas antimisiles de los terroristas para proteger los activos marítimos, aéreos y navales estadounidenses», anunció así Trump, quien prometió el uso de «una fuerza letal abrumadora hasta lograr nuestro objetivo».
Este mensaje marca así el comienzo de la primera gran ofensiva armada de su segundo mandato en la Casa Blanca: un ataque contra una organización que, con el comienzo de la guerra de Gaza, decidió lanzar una ola de ataques contra la navegación internacional en solidaridad, aseguraban, con la causa palestina.
«Los hutíes», denunció Trump en este sentido, «han bloqueado el transporte marítimo en una de las vías fluviales más importantes del mundo, paralizando vastas franjas del comercio global y atacando el principio fundamental de la libertad de navegación, del que depende el comercio internacional».
«A todos los terroristas hutíes: su tiempo se agotó y tienen que detener los ataques ahora mismo, o de lo contrario lloverá el infierno sobre ustedes como nunca hayan visto», sostuvo Trump.
ADVERTENCIA HACIA IRÁN
Parte del mensaje de Trump fue dirigido a las autoridades de Irán, los grandes mecenas internacionales de la insurgencia yemení. «Su apoyo a los terroristas hutíes debe cesar inmediatamente», ha hecho saber Trump, antes de exigir al Gobierno iraní que «deje de amenazar al pueblo estadounidense y a su presidente, y a las rutas marítimas mundiales».
«Como lo hagan: cuidado, porque Estados Unidos los hará responsables y no seremos amables al respecto», avisó Trump, que llevaba días avisando a las autoridades de Irán para que se reincorporen a las negociaciones sobre su programa nuclear. Las fuentes del «New York Times» confirmaron que buena parte de las intenciones de esta ofensiva son, efectivamente, un aviso al estamento clerical iraní.
Este ataque ocurre en un momento en que Irán deliberaba sobre una carta enviada por Trump al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, en la que recomendaba al religioso que se reincorporara a las conversaciones o de lo contrario adoptaría «medidas militares», finalmente concretadas ayer en la operación contra los hutíes.
Irán ya había manifestado su rechazo a las formas del presidente estadounidense, al que recordaron que su decisión de abandonar el acuerdo nuclear internacional en 2018 hizo descarrilar un pacto histórico que reincorporó tres años antes a la república islámica a los mercados internacionales a cambio de despejar las dudas sobre la naturaleza pacífica de su programa nuclear.
Trump abandonó un pacto acordado por su predecesor, Barack Obama, tras denunciar la ineficacia del mismo.(EP)