El presidente ruso Vladímir Putin y su homólogo estadounidense Donald Trump, mantuvieron dos horas y media una conversación telefónica para abordar el fin de la guerra en Ucrania. Ambos mandatarios acordaron aplicar un alto al fuego provisional de 30 días, que incluye el cese inmediato de ataques contra infraestructuras energéticas. Además, se comprometieron a hablar sobre un posible cese de hostilidades en el Mar Negro, cuyas negociaciones “comenzarán de inmediato en Oriente Medio”, según declaró la Casa Blanca.
“Los líderes acordaron que el camino hacia la paz comenzará con un alto el fuego energético y de infraestructura, así como con negociaciones técnicas sobre la implementación de un alto el fuego marítimo en el Mar Negro, un alto el fuego total y una paz permanente”, expresó la Casa Blanca.
En una serie de declaraciones, Trump aseveró que las conversaciones con Putin fueron “productivas” y que “por el bien de la humanidad, esperamos poder terminar el trabajo”.
En la reunión, el mandatario estadounidense presentó a Putin un acuerdo de mínimos que, hace una semana, Ucrania aceptó en Arabia Saudí. Tras más de ocho horas de negociaciones en la ciudad de Yeda, altos mandos ucranianos y estadounidenses redactaron una propuesta de alto el fuego. Rusia ya adelantó que las próximas conversaciones en Oriente Medio marcarán un punto de inicio para alcanzar los puntos de la propuesta bajo una “paz duradera”.
Sin embargo, Rusia también subrayó que la condición clave para el acuerdo es la “suspensión completa de la ayuda militar extranjera y de la información militar a Ucrania”. A su vez, afirmó su “desconfianza” hacia el Gobierno ucraniano que, a su juicio, ya saboteó antes varios acuerdos.
Además de este compromiso, Rusia anunció un intercambio equitativo de 350 prisioneros rusos y ucranianos, así como la liberación de 23 soldados ucranianos gravemente heridos, el miércoles. En un comunicado del Kremlin, Putin también dio su compromiso expreso de salvaguardar a los soldados ucranianos emboscados en Kursk que se rindan. “Garantizará su vida y un trato digno según las leyes de Rusia y las normas del derecho internacional”, señala el documento.
Por otro lado, el enviado especial para la cooperación económica y de inversión internacional ruso, Kirill Dmitriev, afirmó que, bajo el liderazgo de Trump y Putin, el mundo se convirtió en “un lugar mucho más seguro”. Asimismo, el Kremlin destacó el “gesto de solidaridad” estadounidense en la votación de la ONU (al votar a favor de una resolución que no señalaba a Rusia como país invasor) como un paso para la cooperación entre ambos Estados.
ZELENSKI APOYA PROPUESTA
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aseguró que Ucrania apoyaría una propuesta estadounidense para detener los ataques a la infraestructura energética rusa y manifestó su deseo de conversar con el presidente estadounidense sobre su llamada con Putin.
«Creo que sería apropiado que conversemos con el presidente Trump y conozcamos en detalle qué ofrecieron los rusos a los estadounidenses, o qué ofrecieron los estadounidenses a los rusos», declaró Zelenski a la prensa.
«Las exigencias de Putin sobre el cese de la ayuda militar, el intercambio de inteligencia y la movilización de Ucrania buscan debilitar a Kiev; pero un alto al fuego incondicional o parcialmente incondicional sería positivo», indicó.
De momento, el frente se mantiene en movimiento tras los avances rusos de las últimas semanas. Se espera que, en los próximos meses, con la llegada de la primavera, Moscú prepare nuevas ofensivas en los frentes de Zaporiyia, Sumy y Járkov para ejercer la máxima presión sobre Ucrania de cara a una negociación.
CONTRARIOS A TREGUA TEMPORAL
Desde que se hicieron públicas las conversaciones entre Washington y Kiev, Moscú esquivó pronunciarse de forma clara, al tiempo que señalaba sus diferencias con el plan ucraniano. El pasado jueves, una delegación estadounidense encabezada por el representante para Oriente Medio, Steve Witkoff, se reunió en Moscú con Putin. El presidente ruso se mostró contrario a una tregua temporal si no conduce a una «paz duradera» que «elimine las causas originales de esta crisis».
De la misma forma reaccionó su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, que exigió las mismas garantías de seguridad para su país. La Administración estadounidense dio a entender que «no es realista» pretender que Rusia se vaya a retirar de todos los territorios, pese a que Ucrania tilda de «línea roja» este escenario. En cambio, Trump insinuó que un acuerdo de paz permanente podría incluir concesiones, incluido el control de la central nuclear de Zaporiyia.
Horas antes de la llamada entre los mandatarios, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, detalló que «hay muchos asuntos (sobre la mesa), desde la normalización de las relaciones bilaterales hasta el arreglo ucraniano. Todo esto será tratado por los dos presidentes».
Peskov adelantó que ya existía un «cierto entendimiento» entre ambos líderes, basado en una llamada telefónica que mantuvieron el 12 de febrero y en posteriores contactos de alto nivel entre ambos países. «Pero también hay muchas preguntas sobre la normalización de nuestras relaciones bilaterales y un acuerdo sobre Ucrania», explicó.
Los medios de comunicación rusos, mayoritariamente oficialistas, contrastan los deseos de paz de Washington con lo que llaman «belicismo y militarismo» de Bruselas. Mientras, Europa continúa intentando abrirse camino en unas negociaciones de las que está siendo excluida por parte de Estados Unidos.
Tras una reunión con el presidente francés, Enmanuel Macron, el canciller alemán saliente, Olaf Scholz, señaló que «el llamamiento al fin de los ataques contra infraestructuras energéticas ucranianas es un buen comienzo», pero recordó que «no puede haber un acuerdo sin Ucrania».
De forma similar se expresó Macron, quien afirmó que Europa «ha estado promoviendo la paz desde el primer día y eso no se puede lograr sin que Ucrania participe en las conversaciones».
Un día antes de esta reunión telefónica Trump-Putin, la alta representante de la Unión Europea para Política Exterior y de Seguridad, Kaja Kallas, afirmaba que las condiciones que plantea Rusia para un alto el fuego en Ucrania «demuestran que, en realidad, no quiere la paz», una idea que, durante toda la semana reiteraron la mayoría de sus compañeros comunitarios. (RTVE.es)