Hace tiempo varios sectores del transporte, sumado a propietarios de vehículos particulares, así como Asociación de Ingenieros de Santa Cruz, observaron la mala calidad de la gasolina que distribuye Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) a estaciones de servicio del país, de la importación que realiza Botrading, empresa que está en la mira por una serie de observaciones que tiene en su trabajo y en su constitución.
En primer instancia, los propietarios denunciaron un porcentaje mayor de etanol al permitido, es decir 12%, lo que afecta a los vehículos de última generación, ya que cada motorizado tiene sus características de límite a este aditamento.
Expertos automotrices, en declaraciones a medios de prensa, indicaron que el etanol en gasolina eran superiores a los permitidos; sin embargo, autoridades del sector de hidrocarburos indicaron que la mezcla está bajo los estándares permitidos, cuya afirmación fue apoyada por la Universidad Mayor de San Andrés (Umsa).
Denuncia
Hace unos meses, hubo denuncia del transporte de Potosí por la venta de diésel con agua en una estación de servicio, luego funcionarios de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) anunciaron una investigación sobre el tema.
Desde Santa Cruz, los talleres mecánicos reportan que hay algún elemento en la gasolina que afecta directamente a los inyectores, los tapa y arruina el motor, el arreglo de estos componentes es costoso.
Azufre
Hace unas semanas, la diputada Luciana Campero de Comunidad Ciudadana (CC), denunció que Botrading trae al país gasolina basura, lo que desechan otros países del mundo que afecta a la salud de las personas y daña el motorizado.
En contacto con EL DIARIO, Campero dijo que la investigación de la calidad de la gasolina en el país se viene realizando desde el 2023 junto con la periodista Amalia Pando. Con respecto a Botrading, sostuvo que tiene otro nombre en Paraguay, YPFB Internacional S.A., además el presidente y vicepresidente son personas de nacionalidad paraguaya.
Indica que mediante la revisión de contratos se evidenció que YPFB compra a Botrading con carácter de urgencia combustible, por lo que no ingresa al control adecuado para ver la calidad de la gasolina o el diésel que trae la empresa y compra la estatal petrolera, luego se despacha a las estaciones de servicio.
Informó que hay un decreto que faculta a la ANH a fiscalizar la calidad del carburante que compra YPFB y la determinación de la agencia no respeta la estatal petrolera.
Detalló que el carburante que compran es de mala calidad, ya que sobrepasa la cantidad de azufre permitida de 50 PPM (Partes por Millón).
En ese contexto, indica que se incumple el decreto 1496, que determina que la ANH debe dar informes sobre la calidad del carburante y luego del análisis dar luz verde o roja para la compra.
Campero sostiene que el alto contenido de azufre en el combustible provoca un gas tóxico y afectan a las vías respiratorias, además que daña el parque automotor del país.
En ninguna parte del mundo se permite ese tipo de carburante con alto contenido de azufre, y por ello los países ponen límites, mientras que en Bolivia el porcentaje oscila entre 80 a 100 PPM, lamentó.
La diputada observa la labor de la ANH que al no fiscalizar y controlar la calidad del carburante, sería objeto de procesos por incumplimiento de deberes, también recordó que tampoco se permite al Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca) a certificar el producto.
Desde el 2023 viene realizando su trabajo, y los argumentos para no brindar informes YPFB, son varios, desde la falta de pago, sobredemanda, bloqueos, para que no pueda explicar las observaciones a la compra de carburantes.
Asimismo, explicó que el Gobierno no se pronunció al respecto y sólo se conoce de algunos comunicados difundidos por YPFB en sus redes sociales.