Altos funcionarios de la administración Trump, incluyendo el secretario de Defensa, el secretario de Estado y el Vicepresidente, utilizaron la aplicación de mensajería cifrada Signal para discutir información clasificada sobre ataques militares en Yemen. En un error grave, un periodista de The Atlantic fue añadido accidentalmente al chat, exponiendo detalles sensibles sobre los planes operativos.
La administración Trump reconoció la autenticidad de los mensajes sin explicar por qué se usó una plataforma no gubernamental para compartir información tan delicada. Exfuncionarios y expertos en seguridad nacional calificaron la filtración como una violación de los procedimientos de seguridad y un posible delito bajo la Ley de Espionaje.