El transporte aéreo, como muchos autores señalan, es una de las actividades que cuentan con reglamentaciones específicas, leyes, disposiciones y otras, que tienen como finalidad, brindar seguridad a todos los usuarios de la actividad aérea.
Creo que es muy importante, que el usuario del sistema aéreo tenga información mínima sobre las acciones que se deben realizar o se realizan, especialmente en el país, para el resguardado de la seguridad en este modo de transporte; y al igual que lo señala la Organización de Aeronáutica Civil Internacional (OACI), es necesario divulgar las actividades que se desarrollan para ese fin.
En ese sentido, la OACI ha implementado procedimientos de auditoría como el Programa Universal de Auditoría de la Vigilancia de la Seguridad Operacional (USOAP), que se aplica a todos los Estados miembros de dicha Secretaria de las Naciones Unidas.
Se considera que el Objetivo de la Vigilancia de la Seguridad Operacional, se encuentra implícito en todas las operaciones aéreas controladas. Su finalidad es evitar incidentes y accidentes aéreos.
Estas auditorías son un pilar fundamental para garantizar la seguridad y eficiencia de la aviación civil a nivel global.
La OACI recomienda que los Estados deben cumplir y responder todas las preguntas emitidas durante la auditoría, que pueden variar entre 750 a 790 preguntas, con las cuales, la OACI se forma un criterio sobre el nivel de Seguridad Operacional que brinda dicho el Estado a través de su Autoridad Aeronáutica de Aviación Civil (AAC), en nuestro caso la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
Lo ideal, es que, el cien por ciento de las preguntas PQs (Preguntas de Protocolo) cuenten con una respuesta adecuada y respaldada con documentos, informes e inspecciones y la participación de personal adecuado y otros, que se hubieran desarrollado durante una auditoría y la siguiente.
La Auditoría señalará que el país tiene un enfoque y monitoreo adecuado de la seguridad operacional, dentro de una implementación efectiva de los ocho elementos críticos evaluados en la USOAP; desde luego, considerando que el resultado deberá ser muy cercano al cien por ciento de los PQs auditados.
Bolivia, al ser un país signatario de dicha Secretaria de las Naciones Unidas, se somete dichos procedimientos de auditoría.
Las áreas auditadas en ocho diferentes grupos o Elementos Críticos, permiten verificar el cumplimiento de la Vigilancia de la Seguridad Operacional y su aplicación, por la Autoridad Aeronáutica del país (DGAC).
Con los Elementos Críticos se verifica si el Estado miembro cuenta, por ejemplo, con una legislación aeronáutica básica, un Sistema del Estado de vigilancia de la seguridad operacional adecuado; si se tiene una orientación técnica óptima por parte de la Autoridad, además de disponer de los instrumentos y suministro de información crítica y necesarios en materia de seguridad operacional.
De igual manera, se audita y se hace hincapié en la estructura organizativa y los procedimientos que el Estado utiliza para supervisar la seguridad.
Y lo más importante, desde mi punto de vista, es que el Estado a través de su ente responsable, que es la DGAC, cuente con personal altamente calificado en todas las áreas que contempla su actividad y con la experiencia necesaria, no solo para afrontar una Auditoría de esta magnitud, sino, principalmente, en el desarrollo de la actividad aeronáutica en el país.
La Auditoría se realiza a cada Estado, con una periodicidad de entre tres y cuatro años, dependiendo de la programación de la OACI y de las actividades aéreas en el país, o por algún requerimiento específico.
De acuerdo a la información recopilada de la OACI, las auditorías USOAP al Estado Boliviano, se realizan aproximadamente cada 4 años, y pensamos que en esta gestión se realizará un nueva, claro que puede variar, debido a otros aspectos determinados justamente por la OACI o DGAC.
Para lo cual, el Estado boliviano, debe contar con todos los elementos necesarios para afrontar dicha actividad, pero, como dijimos anteriormente, no solo para la Auditoría, sino para brindar el apoyo necesario a los operadores aéreos, administradores de aeropuertos o de infraestructuras aeronáuticas, junto con políticas específicas. Y así, de esta manera, minimizar los riesgos y apoyar entre todos la Vigilancia de la Seguridad Operacional aérea en el país y esperando obtener una calificación cercana al cien por ciento en la Auditoría.
El autor es Ing. Master en diseño y gestión de aeropuertos.