Las calles de Cochabamba amanecieron con cerca de 2.000 toneladas de basura acumulada debido al bloqueo del botadero de K’ara K’ara, lo que no solo genera contaminación y malos olores, sino que también pone en riesgo la salud pública.
Aunque el recojo de residuos en hospitales y mercados no ha sido suspendido, la acumulación de desechos en la vía pública expone a los ciudadanos a focos de infección y proliferación de plagas. A esto se suma el riesgo de un desastre ambiental si el cierre técnico del relleno sanitario no se completa a tiempo.
El secretario de Gobernabilidad de la Alcaldía de Cochabamba, Gustavo Camargo, advirtió que el cierre técnico de K’ara K’ara requiere continuar con el depósito de basura para estabilizar una de las celdas. De no completarse este proceso, la zona podría enfrentar deslizamientos o derrumbes, lo que agravaría la crisis ambiental y afectaría el ecosistema del río Tamborada.
El jefe del Departamento de Gestión de Residuos Sólidos y Líquidos, Elías Abularach, explicó que aún faltan 800.000 metros cúbicos para rellenar, lo que significan 260.000 toneladas de basura para completar el cierre técnico, y tomaría entre 10 y 12 meses.
Además explicó que el proceso de cierre técnico se desarrolla en tres fases: preclausura, que comenzó en 2014 y se extendió hasta 2024; la clausura, en la que actualmente se trabaja para estabilizar las celdas con residuos y cubrirlas con pasto; y la posclausura, que contempla un monitoreo de hasta 20 años para controlar gases, lixiviados y la estabilidad del terreno.