El municipio de Cuatro Cañadas, en Santa Cruz, se declaró en desastre tras el desborde del río Grande, afectando a siete comunidades, caminos y puentes. El agua ha inundado viviendas y arrasado 1.300 hectáreas de soya y sorgo listas para cosechar, que son materia prima para la elaboracion de alimentos balanceados para el sector pecuario.
Este desastre impacta gravemente a la población, dejando a familias sin hogar y sin acceso a caminos, lo que dificulta el suministro de alimentos y servicios. Además, la pérdida de cultivos amenaza la economía local y la seguridad alimentaria, afectando tanto a los productores como al abastecimiento de alimentos en la región.
Autoridades locales piden ayuda urgente al Gobierno y la Gobernación para movilizar maquinaria y asistencia humanitaria.