viernes, abril 25, 2025
InicioSeccionesOpinión“Dime con quién andas y te diré quién eres”

“Dime con quién andas y te diré quién eres”

Gonzalo Peñaranda Taida

El refrán del título quiere decir que se puede conocer a una persona a través de los individuos que lo rodean, entendiéndose que de alguna manera adopta los comportamientos de ellos, puesto que, en grado mayor o menor, ejercerán influencia en su conducta.
Existe un interesante estudio sobre este tema, que trata de demostrar que los individuos que rodean a una persona, marcarán decisivamente su conducta y los planes que se haya propuesto.
Para la antedicha finalidad se empleó una fotografía tomada en una de las conferencias científicas de Solvay, efectuada en Bruselas en 1927, que reunía a los principales científicos del mundo para avanzar en física cuántica.
“Lo sorprendente de la foto –dice este estudio– es que de las 29 personas que aparecen, 17 ganaron el Premio Nobel de Física. Entre estas personas se encuentran Albert Einstein, Niels Bohr, Marie Curie, Werner Heisenberg, Paul Dirac y Erwin Schrödinger, entre otros”.
El dato sobresaliente de esta extraordinaria fotografía es que ninguno de los 17 premios Nobel de Física, había ganado este premio antes de unirse a este conjunto de personas y todos afirmaron que “…rodearse de estas personas inteligentes y honorables fue un gran paso en su carrera científica y fue un acto decisivo para poder haber ganado el preciado galardón”.
Esta imagen demuestra que rodearse de personas que puedan ayudar en los retos individuales y sociales de una persona, puede ser decisivo en su vida, siendo impensable que estos personajes se hubiesen reunido con impostores, mentirosos o bribones. De ahí la importancia del “Dime con quién andas y te diré quién eres”.
Entendida así esta máxima y aplicada a las próximas elecciones nacionales, el consejo que se impone es que, en la hipótesis de que los candidatos son buenos, necesariamente deberían rodearse de las personas más idóneas, tanto moral, intelectual como políticamente.
En política sana, es un infortunio estar acompañado de oportunistas y aprovechadores, de gente que eternamente ha vivido “de la política” y “no para la política”, que desprovista de ética no trepida en pasar tranquilamente de un partido a otro, repitiendo su transfugio o entablando incansablemente las alianzas políticas más inauditas, para luego abandonarlas y emprender nuevos pactos con otros partidos o frentes totalmente contrapuestos a los anteriores, como, por ejemplo, haber estado coaligados al MAS, ejerciendo viceministerios y senaturías y hoy estar en la otra vereda. Estos son los clásicos vividores que contribuyen eficazmente a la putrefacción de la política. Este es su modo de vida, a la vez que su “modus operandi”.
No se trata de ganar las próximas elecciones como sea y con quien sea, porque a un próximo gobierno que no sea del MAS le esperan días difíciles y una gigantesca tarea, reconstruir las instituciones republicanas hoy destruidas, devolver la confianza ciudadana en ellas, enfrentar la crisis económica que está haciendo llorar a los hogares bolivianos, otorgar credibilidad institucional en el concierto internacional y. para semejantes tareas, se necesita gente altamente capacitada, profesional y éticamente.
Las alianzas con políticos inescrupulosos están selladas o condicionadas con el repudiable cuoteo partidario, catarata repugnante de donde emanan oleadas de mediocridad y corruptela.
Para los candidatos de buena fe, corre como anillo al dedo el “Dime con quién andas y te diré quién eres” y, por eso, el ciudadano antes de votar debe fijarse bien en quiénes acompañan al candidato en su campaña y en la lista de diputados y senadores. No se debe olvidar que ¡hay sumas que restan!, más aun teniendo en cuenta que el “socialismo sigloventiunista”, que imparte órdenes desde fuera de nuestras fronteras, sigue marchando agazapado en nuestro país, más allá de arcismos o evismos.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES