miércoles, septiembre 4, 2024
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El arte de rehacerte

No siempre las cosas suceden como uno quiere, diría que es algo tan común, cuyos motivos difieren: no se esperaba, no se fue lo suficientemente previsorio, no se veía venir (aunque fuese una probabilidad o una mala vibra)… en fin, una diversidad de variables, que nos proporcionan incertidumbre, ansiedad, tristeza e incluso cólera. Motivos que sencillamente nos desmotivan, siendo muchos los acontecimientos que pueden afectarte emocionalmente, por ejemplo: una ruptura amorosa; dificultades económicas; la cancelación de un vuelo; una nota de desaprobado, cuando supuestamente se esperaba buenos resultados; la espera de que sea una niña y es varón (Nota: es algo absurdo pensar que no fue lo que se esperaba, cuando realmente es una felicidad contar con un nuevo ser, pero sucede), entre otros. Todos ellos ponen a prueba tu resiliencia (1).
Algo así como salir o levantarse con el pie izquierdo (2); ¿lo contrario?, “entrar con el pie derecho”, cuya frase nos indica que has logrado algo positivo en el inicio de una actividad (por ejemplo: aplicar a un trabajo y que le otorguen la plaza; aspirar a una beca universitaria y lograrla, etc.).
Que por supuesto le genera a la persona: alegría, satisfacción, logro alcanzado, optimismo, entre otras manifestaciones motivacionales, lo que le conlleva a ser una persona resiliente.
¿Significado de resiliencia? “Valor, que consiste en superar y adaptarse a momentos adversos, con la confianza de que se saldrá adelante, a pesar de todos los hechos o acontecimientos”.
Por supuesto que salir de una situación desagradable, no siempre resulta tan sencillo, ya que para entenderla tendría “que ponerse en sus zapatos”, sin embargo, no es posible ni recomendable “enterrar la cabeza como los avestruces” (3).
Que, para lograrlo superar, le recomiendo –anótelo, por favor– una serie de consejos:
— Mejorar el control de los impulsos negativos en momentos de alta presión, frustración o conflicto con autoridades, docentes, compañeros y clientes.
— No tomar como desafíos los problemas internos o externos de tu centro de estudio o laboral, lo cual puede afectar su productividad.
— Adaptarse y sobreponerse a las dificultades de su entorno laboral, desarrollando la capacidad de prever o anticipar futuros problemas.
— De ser líder, deberás ser constante, empático(a) y resolutivo(a) para conseguir un óptimo ambiente laboral, donde sus equipos de trabajo aprendan y mejoren cada día, inclusive en episodios de transformación o crisis empresarial.
Para ello deberás reunir una serie de cualidades –anótelo, por favor–, tales como:
— Conocer sus emociones y saberlas manejar, pero también poder identificar y comprender las emociones ajenas.
— Ser consciente de sus capacidades y límites; eso le permitirá plantearse objetivos realistas.
— Ser tolerante y flexible ante los cambios, ya que muchas veces son inevitables.
— Ser optimista y ver a los obstáculos como oportunidades para aprender y crecer en todo sentido.
— Sentirse dueño(a) de su destino, por lo que se requiere de tomar iniciativa, tener paciencia y perseverancia para lograr lo que se propone.
— Sabes comunicar sus inquietudes para sentirse comprendido y reconfortado, sin dejar que su ego interfiera.
— Rodearse de personas resilientes (la resiliencia no es innata, se necesita relacionarse con amigos y colegas para recibir la retroalimentación –aprendiendo de los errores y rechazos– necesaria, viviendo experiencias que fortalezcan su capacidad para empatizar, conectar, adaptarse y manejar conflictos), para constituir un equipo que será vital para cumplir proyectos en común.
Finalmente –una vez más se me acaba la cuartilla–, hoy justamente hoy, cuando concluya su actividad de clase o laboral, programe con sus compañeros de estudio o trabajo, sus familiares, una actividad donde celebrar los triunfos alcanzados, la cual no tiene que ser un problema para organizarla, ya que bastaría estando todos los integrantes en un grupo chat, y si a usted le corresponde liderar, envíe el siguiente correo: “Muchachos(as) los felicito, ¡cumplimos y sobre cumplimos con lo previsto!”. “¡Ni hubo que esconder la cabeza, ni salimos con pie izquierdo!

NOTAS
1) Resiliencia es un término que deriva del verbo en latín resilio, resilire, que significa “saltar hacia atrás, rebotar”.
2) Desde la tradición bíblica hasta los romanos, la “izquierda” ha sido sinónimo de mala suerte y de superstición.
3) Cuando un avestruz percibe el peligro y no puede huir, se echa al suelo y permanece inmóvil, con la cabeza y el cuello lo más plano y estirado posible frente a él. Debido a que la cabeza y el cuello son ligeramente coloreados, se confunden con la tierra y, desde la distancia, parece que el avestruz ha enterrado su cabeza en la arena porque sólo el cuerpo es visible. De esa forma, buscan mimetizarse con los arbustos cercanos y confundir a sus depredadores.

El autor es Licenciado en
Ciencias Pedagógicas.

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