sábado, julio 27, 2024
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Percepciones del turismo en la cultura

En un artículo anterior publicado por este medio de comunicación se afirmaba lo siguiente: “aunque la economía sea la más beneficiada, un turismo mal planificado puede hacer sentir sus efectos negativos en el medio ambiente y la cultura receptora”. A continuación, se exponen las siguientes consideraciones sobre dicha afirmación.
No se puede afirmar hoy, como se hacía hace 20 años, que cultura y turismo sean conceptos antagónicos, ambos manifiestan una complementariedad muy grande. Incluso en las universidades que enseñan turismo, se señala la importancia que tiene el patrimonio cultural, para el desarrollo de la actividad turística.
En décadas anteriores, se pensaba que la actividad turística era destructiva, y es que cuando se hablaba de turismo se pensaba en un detrimento contra la cultura receptora. Esta afirmación no deja de tener bases, si es que se considera a quienes manejaban aquel turismo. Sin embargo es necesario establecer que no son los turistas los responsables únicos o directos del deterioro en las costumbres de un país, sino que hay que retroceder en la cadena que ha conducido al turista a su destino, y al principio de ésta, nos encontramos con promotores, empresas y con determinadas agencias de viajes, entre otros, que desde un principio no dan opción al turista a integrarse en la vida propia de la comunidad que visita, sino más bien a influir en ésta, con paquetes turísticos que dañan la cultura de un pueblo –por ejemplo, en el Lago Titicaca, algunas agencias pagaban a personas para que realicen ceremonias andinas o vistan de determinada forma.
El Turismo de Masas o ‘Moderno’, como se denomina a la llegada de grandes cantidades de turistas a un destino, acarrea consecuencias culturales negativas, sobre todo en lugares donde la identidad de la comunidad local es débil, donde su cultura se va perdiendo para dar paso a la asimilación de formas de actuar y pensar foráneas en busca de una seudo-identidad. La otra cara de esa misma moneda es la fragmentación de comunidades, o al menos el fortalecimiento de identidades locales, las que cada vez se aíslan más. Por otro lado, el medio ambiente también sufre la consecuencia de la llegada de grandes cantidades de visitantes, por enormes cantidades de basura, deterioro medio ambiental, destrozo de los lugares naturales, que son algunos de sus efectos.
El turismo puede traer consigo un conjunto de fuerzas de desintegración que, de manera muy discreta, pueden socavar las raíces más profundas de la cultura receptora. Además, algunos de los beneficios del turismo producen efectos que amenazan su propia existencia, por ello, se escucha con más frecuencia la expresión “turismo sustentable”. Su concepto se relaciona con el de “capacidad de carga”. Éste se define como el máximo aprovechamiento que se puede realizar de los recursos económicos, sociales, culturales y naturales de la zona de destino, sin reducir la satisfacción de los visitantes y sin generar impactos negativos en la sociedad anfitriona o en el medio ambiente.
En todo caso, y siguiendo su definición, el Turismo Sustentable lo ha de ser en las tres categorías en que se clasifican los impactos del turismo: debe ser sustentable económica, medioambiental, y socialmente. Este tipo de turismo propone una forma de integración cultural que se realiza más allá de las fronteras de una nación, la misma estimula a los visitantes a pensar como locales y a la comunidad local estimula para valorar su identidad, compartiendo y recibiendo aportes culturales.

Email: rolando.rrq29@gmail.com

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