En las unidades educativas del Subsistema de Educación Regular: tradicionalmente, el tercer trimestre (septiembre a noviembre), está cargado de muchas actividades de impacto educativo social, que se reactivaron después de dos años de pausa pedagógica obligada. Los directores en coordinación con las comisiones y Consejo de Profesores, programaron acciones de fin de gestión, que concluye indefectiblemente el 30 de noviembre, fijado en el calendario escolar y cierre de gestión de la R.M. 01/2022, artículo 3, inciso c).
En ese marco, instituciones educativas de nivel inicial, primaria y secundaria; planificaron en su Plan Operativo Anual (POA), distintas actividades de impacto socioeducativo: concurso de bandas, declamaciones poéticas, campeonatos deportivos, producción textual, feria del libro, recuperación de costumbres (Todos los Santos), ferias multidisciplinarios institucionales, demostraciones de música, exposiciones de técnica tecnológica, presentación de educación física, semana de exámenes, evaluación institucional, promociones y entrega de libretas escolares a los padres de familia.
Cadena de intensas acciones de planificación, organización, coordinación, discusión y ejecución de las actividades finales, que los gestores de educación (directores), están llevando a cabo, buscando la valoración cualitativa o mención real y significativa de los usuarios de la educación. Entonces, para lograr exitosamente tareas programadas, los docentes de aula y áreas técnicas, requieren apoyo incondicional de los padres y madres de familia con recursos y materiales fungibles que los estudiantes utilizarán en las demostraciones o presentaciones públicas dentro o fuera de la escuela (evaluación).
En estos procesos de concreciones curriculares, algunos miembros de la comunidad educativa, fundamentalmente padres y madres de familia, sólo saben criticar desmedidamente, pretendiendo menospreciar iniciativas, motivaciones, creatividad de los maestros. Cuando se debe actuar inversamente, apoyar comprometida y decididamente a los pensamientos de los mentores de la educación. Por ejemplo, para el desarrollo exitoso de una demostración práctica, se requiere un equipo de amplificación para hacer escuchar a la audiencia el desarrollo de un programa especial, preparado con anticipación.
Las necesidades y problemas que tienen las escuelas públicas son diversos, distintos de una realidad contextual a otra. Pero, observamos constantemente en las escuelas, no solo falta de infraestructura y mobiliario, sino carencia de equipos de sonido (amplificadores, parlantes, ecualizadores y cables), computadora, data y accesorios. Lo que impide la concreción efectiva del currículo, coartando las iniciativas y creatividades de los docentes. Sin equipos tecnológicos, es humanamente difícil ejecutar actividades de impacto y socialización educativa (ferias y demostraciones).
Sabemos, que los Gobiernos Autónomo Municipales (Ley 070, Art. 80.2, incisos a, b): “Son responsables de dotar, financiar y garantizar los servicios básicos, infraestructura, mobiliario, material educativo y equipamiento de las unidades educativas de Educación Regular, Educación Alternativa y Especial, así como de las Direcciones Distritales y de Núcleo, en su jurisdicción”. Y, “apoyo a programas educativos con recursos establecidos en las normas en vigencia”.
Sin embargo, muchos gobiernos municipales del país, descuidan o simplemente omiten responsabilidades cuando se trata de atender a las demandas del sistema educativo: servicios básicos, infraestructura, mobiliario y equipamiento. En consecuencia, no existe otra salida práctica para los directores, docentes y consejos educativos, apelar a la voluntad y solidaridad de la comunidad educativa, para adquirir con aportes económicos propios de los estudiantes, padres de familia y profesores; equipo de sonido (amplificadores y parlantes) imprescindible para llevar adelante el desarrollo exitoso de las actividades finales de la escuela.
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