viernes, julio 26, 2024
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La educación, el punto de partida de la despatriarcalización

La despatriarcalización y descolonización son parte de la agenda política nacional con el objetivo de avanzar en la desestructuración de las relaciones de poder que tradicionalmente han generado la opresión y subordinación de la mayoría de las mujeres y las poblaciones indígenas, originarias y campesinas de nuestro país.

Una de las estrategias que deben desarrollar se encuentra vinculada a generar espacios de interaprendizaje, reflexión y generación de propuestas entre mujeres representantes de diferentes organizaciones de todo el país. Esto quiere decir que se debe tomar en cuenta a las federaciones de los estudiantes. La misma debe estar dirigida a fortalecer los liderazgos de mujeres dirigentes mediante la implementación del fortalecimiento de una equidad de género.

La perspectiva de trabajo con candidatas parte del reconocimiento de los saberes de las participantes a través de la recuperación de las vivencias, la experiencia pública y privada de las mujeres; asimismo se debe plantear el diálogo y la participación como bases de la construcción colectiva de conocimiento y la generación de propuestas que nos permitan diseñar desde nuestra identidad, diversa y plural, creando una agenda de trabajo en los espacios a nivel nacional, departamental, municipal e indígena, que serán los pilares para seguir construyendo nuestra identidad.

En el camino para transformar nuestra sociedad y que las mujeres puedan ejercer sus derechos, tenemos la importante tarea de eliminar la dominación patriarcal y colonial, que es parte de las relaciones, imaginarios, valores, prácticas, estructuras, instituciones que afectan nuestras vidas día a día.

¿Cómo entendemos el patriarcado?, es la pregunta que debemos responder de acuerdo con nuestra vivencia. ¿Qué es el patriarcado y cómo se expresa en distintos ámbitos?, “cuerpo, pareja, familia, organización, institucionalidad pública”. ¿Y de qué manera entendemos el sistema de dominación racista o neocolonial? A través de este conocimiento debemos generar espacios de reflexión y propuestas.

El patriarcado y el neocolonialismo son dos formas de dominación que tienen varios elementos en común, pero el principal tiene que ver con el “poder”, su distribución y la forma de ejercicio del mismo.

Los dos sistemas de dominación desarrollan relaciones jerarquizadas y por tanto inequitativas de poder, que se traducen en menor acceso al poder político institucional y de toma de decisiones, invisibilización en el ámbito simbólico y poca participación del poder económico, la distribución de riqueza y el acceso a bienes y recursos.

El Patriarcado viene de la palabra patriarca, de origen griego, “patriárchees”, significa Patria, descendencia o familia; y “archo”, que expresa mandato.

En la antigüedad se usaba para hablar al territorio y al gobierno de un patriarca, quien por su edad y sabiduría ejercía autoridad en una familia o en una colectividad, posteriormente se empleó para nombrar la dignidad del patriarca.

También hace referencia a una organización social primitiva en la que la autoridad era ejercida por un varón, jefe de familia, extendiéndose este poder sobre sus mujeres, descendientes y esclavos y aun sobre los parientes más lejanos de un mismo linaje.

En los tiempos modernos, ha sido utilizada por antropólogos y cientistas sociales para estudiar la forma cómo se organizan y estructuran las sociedades de diversas épocas.

Desde la antropología el patriarcado se ha definido “como un sistema de organización social en el que los puestos de poder (político, económico, religioso y militar) se encuentran, exclusiva o mayoritariamente, en manos de varones”.

Para las teóricas feministas el patriarcado permite entender la dominación masculina, no sólo en sociedades antiguas, sino también en contextos modernos, hasta nuestros días.

Desde el feminismo el patriarcado es una “forma de organización política, económica, religiosa y social basada en la idea de autoridad y liderazgo del varón, en la que se da el predominio del hombre sobre las mujeres; del marido sobre la esposa; del padre sobre la madre y los hijos”.

Ha surgido de una toma de poder histórico por parte de los hombres quienes se apropiaron de la sexualidad y reproducción de las mujeres y de su producto, los hijos, creando al mismo tiempo un orden simbólico a través de los mitos y la religión, que lo perpetúan como única estructura posible… (Dolors Reguant,1996).

Llegar a una despatriarcalización es posible…

La educación que se imparte en las unidades educativas es fundamental, se debe desarrollar valores, principios, que ayuden al estudiante a desarrollar capacidades, habilidades y destrezas que deben ser puestas en práctica en el diario vivir, que le sirvan al estudiante en la vida, para el vivir bien.

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