viernes, julio 26, 2024
InicioSeccionesOpinión¿Se están acabando los metales?

¿Se están acabando los metales?

Mientras nuestra sociedad moderna se dedica a consumir más y más, también escuchamos que los minerales en general se están acabando y que algunos están por desaparecer. Según los expertos en recursos naturales, muchos de los materiales en los que basamos nuestra vida moderna no se agotarán del todo. Pero, por desgracia, el escenario que presentan sobre lo que pasará a corto plazo no es precisamente color de rosa.

Los teléfonos móviles contienen más de 60 ingredientes elementales.

Algunos de nuestros dispositivos más queridos, como teléfonos inteligentes, ordenadores y equipamiento médico, por ejemplo, se basan en una nutrida lista de ingredientes elementales.

Por mencionar un caso, los teléfonos móviles contienen entre 60 y 64 elementos.

Muchos de estos metales solo están presentes en cantidades diminutas, un miligramo o menos, afirma Armin Relle, químico y catedrático en estrategia de recursos en la universidad alemana de Augsburg. Pero son muy importantes para el funcionamiento del dispositivo. Entre ellos están incluidos el cobre, el aluminio o el hierro, pero también hay otros materiales menos conocidos, como los «minerales raros», que los japoneses denominan «las semillas de la tecnología».

Esta clase de materiales ha sido objeto de escrutinio particular, porque conforman un ingrediente vital de teléfonos inteligentes, coches híbridos, turbinas eólicas, ordenadores y otros objetos.

 

China, país productor de alrededor del 90% de los minerales raros, afirma que sus minas pueden agotarse en tan solo 15-20 años.

Asimismo, si la demanda de indio sigue así, algunos auguran que se acabará en 10 años, el platino en 15 años y la plata, en quizás 20 años.

Tabletas y teléfonos inteligentes se basan en materiales raros.

Mirando hacia un futuro más lejano, otras fuentes afirman que materiales como el aluminio desaparecerán en unos 80 años.

Otros estudios indican que el rodio, seguido por el oro, el platino y el telurio, son algunos de los elementos más escasos de acuerdo con su porcentaje en la corteza terrestre y su importancia en la sociedad.

No obstante, a pesar de que estas cifras parezcan sorprendentes, no es probable que la plata, el platino o el aluminio, o cualquier otro recurso mineral, acaben agotándose por completo, en opinión de Thomas Graedel, director del Centro de Ecología Industrial de la Universidad de Yale, Estados Unidos. Según él, no ha habido recurso material que se haya extinguido por completo y lo más probable es que esto nunca suceda.

Pensar en términos de agotamiento no es el enfoque correcto para afrontar este problema. Para empezar, es imposible demostrar el agotamiento total. Los científicos jamás afirmarían categóricamente que «el mundo se ha quedado sin reservas de plata», sin revisar antes hasta el último rincón subterráneo del planeta.

Sin embargo, la razón más práctica es que en el momento en que la extinción pueda llegar a considerarse, el precio de venta de las últimas existencias sería prohibitivo, y la industria no podría obtener ningún tipo de rédito de los productos fabricados a partir de estos materiales, por lo que se habría pasado a un recurso sustituto, aunque fuera inferior.

«A medida que la oferta y la demanda cambian, los precios también cambian y la gente se adapta a lo que necesita y a cómo utilizarlo», afirma Lawrence Meinert, coordinador del Programa de Investigación Geológica de Recursos Minerales de Estados Unidos.

«Esto significa que nunca se puede llegar a consumir todo, porque llega un momento en que es tan caro que se deja de usar”.

Así, pues, si bien no hay material lo suficientemente escaso como para desaparecer por completo, deberíamos preocuparnos por el hecho de que pronto estarán fuera de nuestro alcance.

Los bebés que hayan nacido hacia 2010 probablemente vean cómo en su adolescencia se agotan en nuestro planeta metales como el plomo, el indio y el antimonio, además de otros como el zinc, la plata, el oro e incluso el cobre entre 2025 y 2050. (Entre sus usos corrientes están los productos de electrónica de consumo).

Se suele hacer estos estudios proyectando los datos de población mundial, utilización industrial de materias primas y los ritmos de descubrimiento de nuevos yacimientos. ¿Puede cambiar la situación?  Sí, a veces sucede (por ejemplo, se encuentra inesperadamente vastos yacimientos de metales, petróleo y otros materiales), pero de no suceder así es cómo se desarrollaría nuestro futuro cercano.

La industria minera es y continuará siendo una de las piedras angulares de la fortaleza económica y prosperidad de la humanidad, lo cual implica no solo observar con atención el horizonte, sino también tener una mirada prospectiva para planificar y afrontar los nuevos desafíos de esta importante actividad económica.

Referente a nuestro país, la situación minera es muy compleja, con la creciente y controvertida influencia china. Mientras los precios de los minerales en el mundo han subido en forma estrepitosa durante los últimos años, con un valor creciente en las exportaciones de Bolivia en este rubro, la mayoría de los bolivianos poco conoce de estos recursos naturales, sus reservas, propietarios, ingresos, trabajadores y proyecciones.

 

Londres, Inglaterra.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES