domingo, noviembre 24, 2024
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Preservación de la vida en la Madre Tierra y el cosmos

Por: Lic. Héctor Molina Angulo

 

Los seres como recursos perecederos de la Madre Tierra y el cosmos

 

Los seres vivos, surgidos a lo largo de millones de años, mantienen un delicado equilibrio con la naturaleza. La evolución ha ido creando una serie de eventos, que han producido un cambio sustancial de los seres vivos, desde los más primitivos acúmulos moleculares que dieron el origen a la vida, hasta llegar a los actuales seres vivos, entre los cuales destacamos los seres humanos como la especie más evolucionada hasta el momento.

 

Sin embargo, el equilibrio de la vida es frágil. Precisamente la creciente complejidad molecular de los seres vivos, nos hace más vulnerables a los cambios del medio. A más complejidad, más evolución y mejor desempeño, pero también, mas vulnerabilidad.

 

Los insectos, como ejemplo, son menos evolucionados que nosotros. Sin embargo, pueblan el planeta por más de cien millones de años, y son las especies más resistentes a los daños ambientales entre los seres pluricelulares. En caso de un cataclismo nuclear, la radiación podría exterminarnos, pero no a los insectos.

 

Por lo tanto, el cuidado de la naturaleza y de los seres vivos es fundamental y reviste características especiales. Entre los seres vivos se han desarrollado relaciones determinadas que permiten su equilibrio entre sí. Estas relaciones que pueden ser tróficas, simbióticas, entre otras, deben mantenerse lo más estable posible.

 

Los seres humanos, su desarrollo y preservación

 

Los seres humanos, al ser la especie más evolucionada del planeta, han ido aumentando en número, pero sobre todo en capacidad para subsistir.

 

Gracias a su inteligencia el ser humano ha creado objetos para su beneficio. Como es el caso de viviendas cada vez más complejas.

 

Estas obras humanas cambiaron la superficie del planeta radicalmente, dándoles el nombre de zonas urbanas donde las habitaciones se encuentran presentes en grandes edificios, eliminando de esta manera elementos biológicos como la flora.

 

Por otro lado en las denominadas áreas rurales, las plantas que crecían libremente en el suelo han sido reemplazadas por el hombre con cultivos, existiendo una gran amenaza para los propios bosques.

 

Rol de la humanidad en el cuidado de la madre tierra

 

El hombre siendo el más capaz entre las demás especies ha utilizado su capacidad para su misma destrucción dañando la superficie del planeta.

 

Como consecuencia del accionar del hombre la Madre Tierra ha sufrido cambios en su clima y biótica. Las especies de vegetales y animales se extinguen, ya que estas áreas son utilizadas como zonas de cultivo.

 

Por otro lado las especies más primitivas como bacterias y virus van mutando progresivamente, aumentando su virulencia. Como resultado final se tiene una destrucción de la naturaleza biológica pudiendo llegar a desaparecer la especie humana.

 

Asentamientos humanos como agentes transformadores

 

Como mencionamos, los seres humanos al evolucionar, comenzaron a vivir en grupos nómadas que se desplazaban en busca de alimentos. Pero con el tiempo, la humanidad se asentó en determinadas regiones que le proporcionaban agua, alimentos y áreas donde desarrollaron la agricultura y la crianza de los primeros animales domesticados.

 

Por el número de individuos, dichos asentamientos fueron creciendo, aumentando por tanto la demanda de las personas que lo habitaban y requiriendo más terreno en el cual expandirse.

 

Las necesidades humanas hicieron que los asentamientos se organizaran cada vez más, convirtiéndose en grandes ciudades.

 

Los factores humanos así como las guerras también hicieron su parte. Eran destruidos determinados asentamientos y creados otros. La conducta agresiva de los seres humanos alteró también la superficie terrestre.

 

Al momento tenemos ciudades y pueblos que pueden haber existido desde hace milenios o que se crearon recientemente, donde las personas cada vez aumentan en número y por lo tanto aumentan su área de influencia en el medio.

 

Transformaciones antrópicas provocadas por el capitalismo

 

El capitalismo es una corriente política económica, la cual se caracteriza por la generación del “capital”. El capitalismo nació en Europa, aproximadamente en el siglo XVI, cuando los burgueses (dueños de bancos y grandes comercios, personas de la más alta sociedad) descubrieron que por medio del trabajo de sus empleados y medios de producción privados se enriquecían rápidamente, sin importar las situaciones de las personas que trabajaban para ellos, que por supuesto lo hacían en las peores condiciones, con un sueldo mínimo y sin esperanzas de llevar una vida digna. De aquí surge el concepto de “acumulación del capital”; por el cual, el  “capitalista” acumula dinero y con este genera aún más dinero.

 

Con los avances tecnológicos e ideológicos a través de los años, esto se profundizó e influyó bastante en lo que respecta al imperialismo, donde las regiones más “desarrolladas”, como Estados Unidos o los países europeos, ejercen presión económica, política y militar a los países más “débiles”, resultado precisamente del accionar de estos países “desarrollados”.

 

Al capitalismo lo único que le interesa es el dinero y en cierta forma también el poder. Por eso, manipula, modifica y explota el ecosistema para aumentar más sus ganancias. Lamentablemente, dentro de este régimen la explotación irracional, desmedida y rápida de los recursos naturales y humanos beneficia al pronto acumulamiento de dinero. Por consiguiente, el capitalismo es un sistema que opera en el corto plazo, sin una visión a futuro y sin tener la mínima intención de conservar el hábitat de los seres humanos para el mañana.

 

Los recursos biológicos se han convertido solo en materia prima. Los animales son depredados con fines comerciales; los vegetales (árboles) son destruidos para lograr maderas de lujo o para ampliar las fronteras agrícolas incluso para la producción de biocombustibles. La propia especie humana es vista como mercancía o más exactamente como mano de obra barata. El marxismo se basa precisamente en denunciar que una persona (el capitalista) se enriquece con el trabajo de los demás (proletarios).

 

Los efectos dañinos que se producen a la naturaleza son:

 

  • Calentamiento global, efecto invernadero y gases invernadero. El desarrollo del capitalismo desde la Revolución Industrial, ha provocado un consumo de combustibles fósiles a tal grado que los residuos de este, conocidos como gases invernadero, entre los cuales destaca el CO2, están alterando gravemente el clima terrestre y por tanto a todos los seres vivos.

 

  • Deforestación. La depredación de áreas forestales, además del daño a la biodiversidad de las especies, se expresa en la reducción del potencial vegetal para eliminar el CO2 atmosférico.

 

  • Consumismo. El consumismo como base del capitalismo hace creer a las personas que siempre deben tener más y más objetos materiales, sin entender que pronto se convierten en desechos e incluso contaminantes.

 

Un ejemplo son las nuevas tecnologías. Por un simple capricho personal se trata de obtener siempre los equipos más actuales como celulares, computadoras y otros, sin entender que el desechado de los anteriores no hará más que contaminar el planeta.

 

  • Contaminación. El resultado de los procesos de industrialización y consumo, son los desechos que se acumulan cada vez más, siendo muchos de ellos sustancias que dañan a los seres vivos y al entorno, sobre todo por no ser biodegradables.

 

Otra forma dañina son los contaminantes derivados de la propia industrialización, que atacan directamente a los seres vivos, entre ellos los humanos. Un ejemplo claro son los organismos genéticamente modificados, más conocidos como alimentos transgénicos y los agroquímicos. El glifosato es un pesticida muy tóxico, utilizado en los cultivos.

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