Disputa en el MAS no es ideológica sino personal por elecciones de 2025

La disputa en el Movimiento al Socialismo (MAS) no es ideológica, sino personal, por las aspiraciones presidenciales de cara a las elecciones de 2025, por eso la pugna es “descarnada y casi irreconciliable”, sostiene el analista político y abogado, Germán Gutiérrez.
Argumentó que la pugna personal es motivada y activada por las elecciones generales de 2025. Está claro que Morales pensó que iba a ser el candidato “eterno e invariable”, no tomó en cuenta que Luis Arce al ser elegido presidente se convierte en el primer hombre del país, por lo tanto, con cierta ventaja y que puede aspirar a un segundo mandato.
“El poder es muy atractivo, es muy fuerte y muy poderoso”, describe Gutiérrez, en esta relación de las tres cabezas en el MAS con aspiraciones políticas de Evo Morales, Luis Arce y entra en juego un tercer elemento que es David Choquehuanca, que “piensa que ya le toca, le corresponde la candidatura. “Estas disputas son de orden personal y, por lo tanto, descarnadas”.
Con esas pretensiones, Arce y Choquehuanca están en la búsqueda de una sigla porque es necesaria y “utilitaria”, en ese contexto sostiene que las “posiciones son casi irreconciliables”. Porque “quién puede ceder su eventual candidatura a favor del otro si lo que está en juego son intereses personales y no ideológicos”, cuestiona.
En el Movimiento al Socialismo no hay diferencias ideológicas; Morales, Arce y Choquehuanca no tienen nada que los diferencie porque están en la misma línea: son “autoritarios”, dice Gutiérrez. Su objetivo no solo es instalar un régimen autoritario, sino desinstitucionalizar el país y desmoronar la democracia.
En esta pugna interna ¿Quién se quedará con la sigla del MAS? El politólogo dice que el que tenga más fuerza, de acuerdo a sus estatutos, aparentemente tiene ventaja Evo Morales y por eso mismo Arce hace intentonas de alejamiento del MAS y generar una propia perspectiva política.
Mientras que Choquehuanca en su visión aimara, lenta, tranquila, sosegada, trabajando por debajo como aguas mansas también busca y hace lo suyo. Perfila que próximamente las disputas se trasladarán a los tribunales electorales por la apropiación de la sigla del MAS.
Insiste que no existen diferencias ideológicas al interior del partido gobernante, por eso recurren a buscar divergencias y esas son las acusaciones de tipo “delincuencial”, es decir, Morales acusa al Gobierno de corrupción y protección al narcotráfico; mientras que Arce busca vincular a Evo con el narcotráfico, entre otros matices.
“Ninguno se libera de estas acusaciones. Son agresiones de orden judicial y no son de orden político”, explica. Esto efectivamente puede desgastar al Gobierno y al MAS.
Gutiérrez señala que la disputa -además- es por los 500 mil funcionarios del aparato estatal que están al servicio del MAS, es decir, “quién se apropia del pedazo mayor de esos funcionarios” para las elecciones. Solo contar con 100 mil funcionarios es una ventaja “monumental” con relación a cualquier otra fuerza política.
El bloque “evista” ha denunciado la coima millonaria en la Administradora Boliviana de Carreteras, ha señalado a su presidente de estar involucrado en una red de corrupción en esa institución. Pidieron su destitución, pero el Gobierno lo mantuvo.
El propio Evo Morales denunció a mediados de año, sobre la protección al narcotráfico, lo hizo con base en unos audios. El caso fue declarado en reserva por la Fiscalía.
En la víspera, el exministro Carlos Romero reveló que Morales en una reunión en Sacaba y delante de las organizaciones del pacto de unidad le dijo al jefe de Estado que su ministro de Gobierno es “narco”. La exautoridad reprochó que pese a recurrir a al menos cuatro autoridades con datos sobre el accionar de Eduardo Del Castillo no hicieron nada.
“Ellos se mueven como peces en el agua, impunes en su libertad. Obviamente, la Fiscalía y los jueces no harán nada. Si estas acusaciones tendrían la oposición ya estarían en la cárcel, eso no sucede con el Movimiento al Socialismo”, reprochó Gutiérrez.
Pero el Gobierno a través de terceros presuntamente hubiera filtrado el informe de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el caso Hotel Las Américas, lo que en el futuro puede complicar la situación de Morales. (ANF).