Crisis alimentaria que se sabe, será duradera

Ante los anuncios recientes sobre una crisis alimentaria en el mundo, parecería haber un período de espera. El problema es latente en naciones pobres o en procesos de guerra, donde se carece de granos, carne y frutas. En otros no hay conservas de todo tipo y vegetales, cuya producción habría sido copada por naciones dispuestas a comprarlas como medida de previsión. El caso tiene contornos de mucha gravedad para el futuro, especialmente por restricciones en campos agrícolas que, por razones diversas, han disminuido su producción.
En nuestro país, la producción de alimentos se ve dramáticamente reducida porque campesinos y agricultores abandonaron el campo para buscar mejores condiciones de vida en las ciudades. Sobre todo, para conseguir mejoras en la educación de niños y jóvenes, lograr ingreso a institutos técnicos, etc.
En los últimos años se anunció el retorno de campesinos de las ciudades a la actividad agraria, previa provisión de semillas, abonos y herramientas por parte del gobierno. Pero no han sido cumplidas todas las ofertas, ni importantes programas; tampoco hubo suficiente provisión de herramientas y maquinaria para la agricultura y menos de bonos especiales. Indígenas, campesinos y agricultores poseedores de tierras, comprometieron su concurso para iniciar campañas de retorno de ciudades al campo, sin resultado. Estas y otras causas fueron razones para que no sea reactivada plenamente la actividad agrícola.
El gobierno, mayormente dedicado a “cuestiones de partido”, dejó que varios programas sean abandonados. Sin embargo, aun siendo consciente de lo mucho que se debe hacer en las áreas rurales, su incapacidad financiera le impide dar cumplimiento a compromisos que, de hacerse realidad, podrían dar resultados muy positivos.
Dadas las razones del agro y las respuestas de las ciudades, se llega a conclusiones que muestran imposibilidad para cumplir lo que estaba decidido. Por los hechos, fallas y descontentos, ni el actual ni otro régimen podrán llevar adelante sus planes, por la dependencia de ayuda y hasta cooperación foránea.
Ante tal situación, se debería empezar otros programas, pero con el firme compromiso de cumplir; de otro modo, queda mal el país ante el mundo, se pierde ayudas y financiamientos importantes y hasta técnicos prestados por países con experiencia en producción agrícola.
Es importante que las actuales autoridades se dediquen a gobernar el país y releguen lo que su partido quiere y exige, que dedique esfuerzos y mucha capacidad a lo que importa e interesa al país. Finalmente, que el gobierno entienda que los partidos políticos están para servir al país y no servirse de él como pretenden.
Merece mucha atención la situación de nuestra nación, puesto que por ella vivimos y a ella nos debemos. Tiene importancia lo que cada partido político le dé a la nación y se espera que actúe por sí mismo y con sus propios recursos. En buenas cuentas, que el partido viva por sí y para sí; y no tenga como su servidor al gobierno.