La Patria, se nos muere

Existe un momento en la existencia de todo ser humano, en el cual, tiene que preguntarse a sí mismo, lo que desea y quiere ser en esta vida.
Independientemente de las ideologías de turno, incluidas el feminismo, el indigenismo y el irrespeto por la familia (Ideología de género); el irrespeto en contra de los valores universales que hacen a la convivencia (asumo, que todo ser humano, desea paz), es evidente. Por tanto, pese al discurso, lo que ese ser humano, sea hombre o mujer, ansía es, vivir. Vivir en paz.
¿Todos los seres somos iguales? NO. Cada quien tiene su propia apariencia, el propio conocimiento ganado, la propia capacidad. Honestamente, ¿vale hoy más un master o un doctor, que un licenciado? No lo creo.
Nos estamos mintiendo, changuitos. Oh, zurditos del poder. ¿Han democratizado el conocimiento? Lo dudo. Creo, que hemos creado un montón de mediocres. Y, perdónenme, si algunos de ustedes se libran. Deben ser los menos, esos, siéntanse más, y aquellos, menos, como se merecen y son valorados.
Hoy (martes 10), fui testigo de una marcha pacífica por el justo reclamo del pueblo. Reclamamos paz, y nos reprimieron con violencia. Qué fácil había sido confrontar las ideas libertarias, y el justo reclamo de un pueblo, que también es país, contra las hordas, ese triste Lumpen de la violencia.
El poder, es fatuo. El poder, se nutre de lo que nosotros, simples ciudadanos, aportamos. ¿Qué tal, si dejamos de pagar nuestros impuestos, y nos revelamos, en contra de nuestros represores? ¿Qué tal, si no les damos los recursos, con que ahora, reprimen al pueblo?
Indignos, intermediarios del poder.
Si hoc non intelligis, id est quod stultus es.
Patria nos morimur
Dictatum, Est.