martes, septiembre 3, 2024
InicioNuevos HorizontesLa Literatura en el Romanticismo

La Literatura en el Romanticismo

Por: Equipo Editor

 

El Romanticismo es un “movimiento” (artístico, social, político e ideológico que se desarrolló entre los siglos XVII y XVIII en toda Europa y Latinoamérica). Surgió en Alemania e Inglaterra como un movimiento cultural en oposición a la Ilustración.

 

La Ilustración buscaba encontrar siempre la realidad mediante el razonamiento y la interpretación lógica, pero también lo real de las cosas, es decir, que intentaba encontrar una ‘explicación racional’ de todos los componentes reales del mundo, como ser: el universo, la naturaleza, el ser humano, etc., eliminando las supersticiones, fenómenos o acontecimientos inexplicables, inclusive la belleza interna de las cosas.

 

En contraparte, el Romanticismo rechazaba este “racionalismo” de las cosas explicando que no todo podía ser explicado; aclaraba que existen fuerzas inexplicables y misteriosas en el universo, en la naturaleza y también dentro del ser humano.

 

La esencia de cada persona va más allá de lo racional e inconsciente, ya que dentro de esta esencia habría una dualidad; entre lo real y lo irreal; entre lo cierto y lo misterioso; entre  lo concreto que puede ser demostrado, y lo abstracto que es inexplicable. Esto formaría una conciencia de razonamiento y de belleza única, dentro de la esencia del ser humano y también dentro de cada uno de los elementos que conforman este mundo.

 

A partir de todo esto el Romanticismo estaría caracterizado por:

 

Subjetivismo: Hay un conocimiento y una construcción nueva del mundo, partiendo de un pensamiento propio, de todo lo existente; el “cómo veo el mundo que me rodea”, “cómo lo considero”, “cómo lo siento”, y “qué produce dentro de mí esta nueva visión del mundo”, son el inicio para crear al “ser humano individual”.

 

Individualismo: Se modifica el modelo de “el ser humano en el mundo”, se da gran importancia al ser humano como punto de partida o centro de todo, del mundo, de la sociedad, de la naturaleza, etc. “El mundo en la vida del ser humano”.

 

Originalidad: Preferencia hacia la creación novedosa y original; se comienza a utilizar la denominación de “obra de arte” para las creaciones artísticas, para referirse a algo que nunca antes se había creado.

 

Libertad: Existe una constante búsqueda de la “libertad absoluta” del ser humano, quién no se muestra conforme con su realidad, rechazando las leyes impuestas por la sociedad y despertando, de esta manera, su espíritu de rebeldía.

 

La Revolución Francesa

 

La revolución francesa fue un evento histórico que marcó la historia de ese país, pero también la de toda Europa y del mundo. Se inició en  1789 como un despertar de la revolución del pueblo en contra del estado monárquico (estado que es gobernado solo por un rey o reina), el cual por su condición de soberana (gobierno) ejercía su derecho a enriquecerse a costas del pueblo.

 

Este despertar del pueblo se inició con los principios de Voltaire y Rousseau, los cuales reafirmaban la libertad y los derechos del ser humano: “el hombre nace libre, pero en todas partes está encadenado”. Este pensamiento provocaría la reacción consciente en rechazo al poder soberano de la nobleza monárquica y a la desigualdad social existente. Se desplazaría del poder al antiguo régimen estableciendo un nuevo sistema de gobierno: “el democrático”.

 

Todos los acontecimientos que originaron la revolución y los hechos que se desatarían  más adelante (como resultado de esta transformación social), influirían en las artes, las cuales adoptarían un sentimiento y pensamiento libre llamado: “espíritu romántico”.

 

El Arte del Romanticismo

 

El arte del Romanticismo se inició principalmente en la pintura. Su iniciador y máximo representante fue sin duda el alemán, Caspar Friedrich.

 

Los lienzos se caracterizaban por realzar lo misterioso, tenebroso y nostálgico. Temas como la rareza de la edad media, la violencia del ser humano y la majestuosidad de la naturaleza, se representaban de manera distinta y sensual mediante un manejo de colores y de la luz que resaltaban a simple vista.

 

Otra de las artes que más se destacó en el Romanticismo fue la música,  en particular la música instrumental donde las composiciones eran: “la representación de las emociones y sentimientos del ser humano”. Se destacaba la libertad en cada melodía con “retoques oscuros y sobrenaturales” (arrítmicos); hubo un notorio aumento en el número de los instrumentos que conformaban la orquesta. El piano llegó a convertirse en el instrumento clave de las composiciones.

 

Entre las composiciones más representativas están: la “9na Sinfonía” de Beethoven, “La Valquiria” de Richard Wagner y “El Lago de los Cisnes” de Tchaikovsky.

 

El Espíritu del Romanticismo

 

El espíritu romántico sería denominado “el mal del siglo”, como consecuencia directa de esa libertad, individualismo y subjetividad que se quería expresar. Al romper el orden y las imposiciones del mundo, el ser romántico se encontró muy pronto con el doloroso estado de soledad del alma: el pesimismo, la nostalgia y la insatisfacción que  solo son algunas emociones  que rodeaban al ser romántico.

 

A pesar de este negativismo, el espíritu romántico involucraba mucho más que aspectos sombríos del ser humano. El ser romántico argumentaba que existe y existirá siempre dos caras opuestas de belleza en todo: la felicidad y la tristeza, la vida y la muerte, lo real y lo irreal, etc. Actualmente se lo considera como un ser consciente de su realidad que niega ser un “engranaje” más en el mundo (libertad), crea y se transforma a partir de concepciones propias (individualismo) y ama la belleza de todo lo que lo rodea (naturaleza).

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES