Cuidar la vida para preservar el orden

Los últimos acontecimientos ocurridos en el Perú y que hasta ahora ha significado la muerte de 58 personas, han conmovido a todos los bolivianos y son fuerzas de derechas o izquierdas que seguramente aprovecharán cualquier circunstancia para que en nuestro país se imiten conductas que, nada raro, serían propicias para extremismos que no tienen límite y querrían que no paren hechos contrarios a la vida, sin importar de quien. Todo esto significa que Bolivia no podría permanecer en simple situación espectadora y las últimas manifestaciones ya explican cómo hay intenciones para iniciar todo lo que signifique pérdida para nosotros y grandes ganancias para los extremos que el pueblo no podría permitir.
Los extremos nunca pueden explicarse y menos justificarse: así, los gobiernos, del tinte que fuere, justifican los extremos aduciendo que es para preservar el orden constituido y que hay muertes por “provocaciones que respondieron las fuerzas policiales”; por su parte, parecería que los policías están dispuestos a disparar sus armas (dicen con “balas de goma” que nadie cree). La verdad es que siempre hay balas para matar o siquiera herir y derramar sangre. Para el pueblo la versión exacta es que “los policías buscan derramar sangre” y logran su objetivo. Para los policías y carabineros, los manifestantes, donde hay incrustados delincuentes, buscan causar muertos en los cuadros policiales. La verdad es que en la mayoría rige una especie de norma: “matar o morir” porque ninguno sabe cómo acertar sólo para herir y como “las balas no tienen ojos”…
Por eso debería tener vigencia que en todos lo importante es cuidar la vida, para cuidar el orden y hacerlo sin uso de armas; y, al contrario, o debería ser: cuidar el orden para defender la vida… Lo cierto es que las armas siempre se dirigirán contra un blanco que indefectiblemente serán personas que luchen entre sí…
Marchas, manifestaciones y provocaciones promovidas por cualquiera de los promotores, siempre buscan como objetivo: frenar a uno u otro lado… Y es, debería ser, el gobierno que evite los extremos producidos; pero, ¿cómo? si todos se tapan los oídos y descuidan todo medio o modo de entender. Posiblemente, desarmar a uno y otro lado sería lo correcto; pero, ¿qué de armas contundentes que de todos modos causarían víctimas?
Lo ideal entre todos y para todo, sería: dialogar, convenir, concertar, comprender y aprender a perdonar… ¿Cómo se hace para lograr solución que encuentre los cauces señalados? Tiene que haber entendimientos y respeto entre todos, buscar arreglos, expulsar a los que niegan su concurso para las soluciones pacíficas y amigables, pero… ¿cómo?
Es necesario cambiar, bajo el principio de que todos tienen una familia, hijos a los que aman y deben respetar… Que cada parte busque a la otras y halle formas y medios de conciliación… ¿Será factible?