“La Patria, es el cariño que siente el hombre por cierta porción del suelo en el que nació y con el que tiene relaciones más estrechas que con el resto del mundo; es el amor al horizonte familiar a nuestra vista, confirmado por la angustia que se apodera, cuando quiere cambiar este horizonte. De ahí nace la idea de defender la Patria, para conservar su imagen y no permitir cambios en su horizonte que puede ser dudoso o dificultoso a nuestra manera de vivir”, escribe el general Gustavo Arrázola y Valenzuela (1).
Pero hay gente que no comulga con ese criterio y no tiene formación cívica. Mezquina con los supremos intereses de la Patria. Ajena al dolor de ella, que languidece, cuando “expertos ya pusieron fin a la venta de gas en 2030, año en el cual dejará de ser exportador para convertirse en importador” (2).
Los políticos, en particular, han perdido la noción de Patria. Esta situación se traduce cuando llevan agua a sus molinos. Nos explicamos: cuando trabajan en función de sus objetivos particulares, posponiendo los propósitos de mejores días de la Patria, digna de un futuro mejor.
Por causa de ellos, el desmembramiento territorial, provocado por ciertos vecinos, nos ha convertido en un país pequeño e inviable. Encima pobre, subdesarrollado, dependiente de organismos financieros internacionales y enclaustrado, en definitiva, por un fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Con una frágil economía, pese que el boom del gas marcó, entre 2004 y 2015, una bonanza que jamás se había registrado, desde la fundación de Bolivia. Entonces llovían los billetes verdes, pero también se multiplicaron los pobres. Los comerciantes informales, quienes ocupan el 80 por ciento de la actividad económica. “La gente desocupada se suma a esta corriente para sobrevivir, toma las calles para salir a vender lo que pueda” (3), según economistas y empresarios. Con unidades castrenses, posiblemente, rezagadas, por cuanto no le dieron la ocasión de renovar sus pertrechos bélicos. Los cuantiosos fondos que generaron los hidrocarburos, fueron destinados a otros rubros, menos al renglón militar.
Políticos que prestaron sus servicios a la Patria, a cambio de jugosos emolumentos, jamás asumieron una actitud de desprendimiento ni en tiempos de crisis económica. Lo primero que hicieron es cuidar sus bolsillos. Surgieron, en consecuencia, los nuevos ricos. Así se condujeron quienes ofrecían, inclusive, el paraíso, en la tierra. De ahí que perdieron credibilidad ante la ciudadanía. Deberían obrar con humildad y despojarse de sus intereses partidarios. Deponer la sigla y el color político, en aras del bienestar de la Patria.
En suma: deberíamos aunar esfuerzos por una Patria digna y próspera.
NOTAS
(1) “Altos Estudios” – Revista Especializada del Centro de Diplomados en Altos Estudios Nacionales -. Impresiones “FER”, La Paz – Bolivia, sin año. Pág. 22.
(2) “Anuncian que Bolivia dejará de exportar gas natural en 2030”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 4/2/2023.
(3) “Desocupados se suman a la informalidad para sobrevivir”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 27/1/2023.