jueves, julio 25, 2024
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Redes sociales y el país

Las redes sociales, que se multiplicaron a raíz del reciente problema peruano, se han entregado a la tarea, nefasta desde luego, de vilipendiar a la población boliviana y sus instituciones más representativas. Y con falacias.
Bolivia, en un conflicto bélico, saldría derrotada y su territorio sería objeto de repartija, afirmaron. Que las Fuerzas Armadas, no tendrían la capacidad para repeler al enemigo. Que no contarían con armamento de última generación. Que la Fuerza Aérea no tendría aviones apropiados, para un evento de confrontación internacional. Que el número de efectivos del ejército, sería insignificante. Y otras sandeces.
Pero el pueblo boliviano, ante una agresión externa, sacaría fuerzas de todo lado. Entendiendo fundamentalmente que, defender la integridad territorial, significaría también defender el honor, el hogar y la familia. Los tiempos han cambiado. Ayer Bolivia fue humillada, golpeada y desmembrada, pero ahora no lo podrán hacer. El conjunto ciudadano defendería la Patria, con o sin armamento de última tecnología. Ahí tenemos una generación que piensa en función de país y vuelca sus esfuerzos, día tras día, hacia él.
El pueblo boliviano no está confrontado por posturas regionalistas, sino unido, pese a las diferencias, en torno a la Patria, bajo el sagrado rojo, amarillo y verde. En la hora de la verdad, ante una emergencia nacional, todos, cambas, aymaras y quechuas, cerrarían filas y llevarían el agua al molino de la Patria Grande: Bolivia. Téngalo por seguro.
“El regionalismo ya no parece constituir más un pretexto para aislarse, para separarse del conjunto, sino una base para promover una acción colectiva encaminada a participar en el establecimiento de decisiones en distintos planos, desde el local hasta el de la nación, y donde la dimensión territorial se halle representada”, reitera Salvador Romero Pittari (1).
Aquella situación mencionada parece que coincidiera con la intención de polonizar Bolivia. Despropósito que aún estaría vigente. Mentalidad que no se habría disipado. Hay vecinos que se frotan las manos, al solo pensar en esa posibilidad. Nuestro territorio, con recursos mineralógicos en el occidente, una región oriental apta para generar productos no tradicionales, además con gas y litio, despierta la codicia de algunos vecinos. De aquellos que desmembraron el territorio patrio y sellaron, en definitiva, nuestro enclaustramiento. “Dijo alguien, que amenazan con dejar a mi país encerrado para siempre entre sus montañas”, señaló, hace más de 50 años un personaje de una novela boliviana (2). Y se cumplió ese presentimiento.
Algunas potencias, con quienes compartimos fronteras, muy solapadamente dicen ser nuestras hermanas. Que estarían interesadas en participar en temas relacionados con nuestro progreso. Mentira. Parece que estuvieran más interesadas en nuestros recursos naturales.
En suma: se requiere unidad nacional, para avanzar hacia los derroteros de la prosperidad.

NOTAS
(1) “Homines – Revista de Ciencias Sociales“. Universidad Interamericana de Puerto Rico, Vol. 15, Núm. 2, Vol.16, Núm. 1; octubre 1991 – diciembre 1992. Pág. 61.
(2) Arturo von Vacano: “Sombra de exilio”. Cooperativa de Artes Gráficas E. Burillo Ltda., La Paz – Bolivia, 25/11/1970. Pág. 12.

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