Remesas de obreros contra la crisis

Cuantiosas remesas enviadas por los trabajadores bolivianos que migraron a diversos países, para encontrar la forma de sobrevivir ante las dificultades y falta de empleo en Bolivia, han llegado el año pasado a la considerable cantidad de 1.437 millones de dólares. Esta suma de dinero puede ser considerada un récord de sacrificio de los compatriotas que viven en el exterior.
La suma total de dólares remitidos a Bolivia, equivale a alrededor del diez por ciento de los salarios que obtienen por su trabajo en España, Estados Unidos, Brasil, Chile y otros países lejanos, donde han encontrado empleo y la forma de elevar su nivel de vida. Al mismo tiempo, de esa manera pueden socorrer a sus familias que quedaron en Bolivia y que no están a salvo de problemas laborales.
Según datos numéricos generales, que hace conocer el Banco Central, durante los últimos doce años, el total de dólares remitidos a Bolivia alcanza la extraordinaria suma de unos 12 mil millones de dólares, cantidad que puede ser superior a las ganancias de numerosas empresas estatales que existen en el país, cuyo costo fue de 20 mil millones de dólares y que, en la mayoría de los casos, trabajan a pérdida o están paralizadas.
Un análisis de los ingresos de esa cuantiosa suma no ha sido aún realizado por la legión de economistas que existe en el país, pero analistas empíricos observan, desde hace doce años, que los ingresos de esas remesas son de mil millones de dólares al año, lo que significaría que cada mes llega al país una apreciable cantidad de dólares, siempre en cifras globales.
Aparte de esos números, los países de los que llegan esas cuantiosas divisas son España, Estados Unidos, Brasil, Argentina y otros. Sin embargo, lo interesante sería saber en qué forma gastan en Bolivia los destinatarios de esas considerables sumas, ya que algunos analistas afirman que se invierte el dinero en casi su totalidad en bienes de consumo y muy poco en ahorros, menos en inversiones, lo cual significaría que no son de utilidad como capital reproductivo.
De otro lado, es destacable que en el año pasado fueron destinados a Santa Cruz 744 millones de dólares, o sea el 52 por ciento de las remesas remitidas del exterior. En cuanto a los beneficiarios de esas remesas, se encuentran entre ellos los bancos que, por realizar esas operaciones de giro cobran elevados intereses. De tal forma que quienes estudian el tema, no toman en cuenta las operaciones bancarias mencionadas.
Finalmente, se puede considerar que la economía del Estado estaría en condiciones de enfrentar crisis de diversa clase, las mismas que serían aliviadas en forma apreciable por las remesas que son enviadas para aliviar la situación de numerosas familias que viven casi exclusivamente de esos envíos monetarios. Al perecer la llegada de remesas no se detendrá a pesar de las dificultades económicas del momento.