lunes, septiembre 2, 2024
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Sobre venta ilegal de armas de fuego

Miguel Ángel Pablo Hidalgo Chávez

En pasados meses la Policía boliviana hizo una serie de operativos, rastrillaje, detenciones y desarticulación de organizaciones criminales, que habían causado temor en las ciudades de El Alto, La Paz y Cochabamba. Todos los integrantes de esos organismos delictivos portaban armas de fuego de diferente calibre.
Esas acciones violentas pusieron en riesgo a casas de cambio, libre cambistas y otras actividades económicas, sobre todo afectando la integridad de propietarios y trabajadores de centros comerciales, quienes fueron reducidos, en algunos casos con uso de armas de fuego. Las cámaras de seguridad, públicas y privadas, facilitaron tanto la identificación de los delincuentes, como el tipo de armamento que fue utilizado por ellos para sus fechorías.
En un mundo cada vez más globalizado, crece la demanda del mercado legal, pero también la demanda del mercado ilegal, para actividades como narcotráfico, trata y tráfico de personas, migración ilegal y venta ilícita de armas.
En algunos casos, para ello se utiliza las redes sociales o la denominada web oscura, en Internet, a donde se suele acceder mediante un navegador web especializado. Estos sitios son usados para mantener la actividad de Internet en privado, en el anonimato, lo que puede ser útil tanto para fines legales como ilegales. En muchos casos, en tales espacios cibernéticos se ha generado el comercio ilícito de drogas o la trata de personas, y hasta la venta ilegal de productos, entre ellos armamento.
En Bolivia, la Ley 400 o Ley de Control de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Otros Materiales Relacionados, del 18 de septiembre de 2013, dispone en el artículo 16 la creación del Registro General de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos (Regafme), para almacenar información en tiempo real. Por tal norma, además, el Ministerio de Gobierno debe elaborar el Plan Nacional de Desarme Voluntario Anónimo, que prevé mecanismos de incentivo.
Pero en muchos casos, los atracos, robos y robos agravados en ciudades principales, provincias o puntos fronterizos, son realizados con el uso de armas de fuego de diferente calibre, los cuales ya no solo son instrumentos de amedrentamiento, sino que generan riesgos para las vidas de víctimas y personas inocentes, que transitaban por el lugar donde se cometió el delito. Por eso es prioritario establecer un cronograma permanente de operativos sorpresa por parte de la Policía Boliviana, en los mercados irregulares de venta de armas de fuego, sin registro alguno. Es necesario cumplir con la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícitos de Arma.
En diciembre de 2000, se suscribió en Palermo (Italia) la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, del cual Bolivia es parte. La convención hace referencia también a un protocolo sobre el tráfico de armas de fuego, que establece que se debe aumentar la eficacia de los controles de importación, exportación y tránsito ilegal de armas de fuego. Y cuando proceda, los controles fronterizos, así como de la cooperación transfronteriza entre los servicios policiales. Las fronteras por su extensión territorial son vulnerables al tráfico de armas por bandas criminales, lo que debe ser considerado para mejorar los controles fronterizos.

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