viernes, septiembre 27, 2024
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Nuestra economía anda una “maravilla”

Sin entrar en datos estadísticos, datos comparativos o datos porcentuales que, en muchos casos, el ciudadano de a pie no los comprende a cabalidad, sobre lo que es el andamiaje de la economía nacional, esta vez es necesario reflejar el cómo marcha nuestra realidad económica en las calles, que por cierto no anda bien para la mayoría de la población boliviana.
Claro que para el gobierno central y para esa gran masa de servidores públicos que trabajan en la administración del Estado, nuestra economía anda una “maravilla” y a “flor de piel” en el cotidiano vivir. Para ellos nada pasa, el costo de vida no tiene alza, todo está fríamente controlado y está sin “novedad en el frente”.
¿No decían que éramos o somos una economía blindada? y ¿que así se caiga el cielo en nada nos afectaría? Definitivamente ese mito de nuestro modelo económico social comunitario y productivo se va cayendo día que pasa, el cual no está dando respuestas de solución a la asfixia económica por la que atraviesa una gran mayoría de la gente en su cotidiano vivir.
El presidente Luis Arce Catacora y su equipo económico a la cabeza del ministro Marcelo Montenegro, dan a entender que no se dan la molestia, en un fin de semana, de visitar los mercados o centros de abasto, donde ahí realmente se mide el cómo marcha nuestra economía “maravilla”. Fin de semana que pasa, observamos que los precios de los artículos de primera necesidad y que están contemplados dentro de la canasta familiar, suben abismalmente, afectando el bolsillo de la gente de a pie, que no encuentra un trabajo estable y digno.
Nuestra economía anda tan mal que, para darse cuenta de ello, no se requiere ser un estudioso o tener una formación académica en esa área del conocimiento. Eso se lo ve o se lo puede palpar en cada día que transcurre. Las aceras de las avenidas, calles o plazas están llenas de vendedores o comerciantes informales, sin que la ciudadanía pueda caminar holgadamente por las mismas.
Cada vez está creciendo más la masa humana de desocupados, quienes no pueden encontrar una fuente laboral estable que les permita planificar su futuro y el de su familia. No por algo también está creciendo la delincuencia, aspecto que se constituye como un escape, ante la impotencia de personas jóvenes y adultas, por no poder contar con un trabajo decente.
La cantidad de personas nativas que se dedican a pedir limosna en las vías públicas también va creciendo –sin contar a venezolanas/os que llagaron al país en los últimos años, producto también del mal manejo económico en su país, por parte de su presidente dictador Nicolás Maduro– ¿en dónde queda la reducción de la pobreza, de la que tanto se ufanan y gritan a los cuatro vientos tanto Evo Morales como el presidente Luis Arce Catacora?
Para ser claros, tampoco en la propia administración pública, hay estabilidad económica. La mayoría de los/las servidores públicos son contratados como consultores de línea o consultores por producto, cuyos contratos laborales solo duran por unos cuantos meses o, siendo más optimista, hasta fin de año de cada gestión. Sin que gocen además de beneficios sociales, como un seguro de salud, sin aguinaldo, sin derecho a vacación, sin permisos laborales por algún motivo de urgencia, entre otros aspectos. ¿A eso se puede llamar estabilidad laboral?
Es común y lamentable ver la situación en los mercados populares, donde se vende un almuerzo relativamente con bajo precio de Bs. 10 que estaría al alcance de todo bolsillo, que el mismo no alcanza para toda una familia. Es penoso ver ahí mismo, por ejemplo, que una madre o un padre, por decir con solo dos hijos, tiene que pedir un solo almuerzo para tres bocas. Ya me imagino cómo será si una familia cuenta con más miembros.
Esas cosas desastrosas que pasan en las calles de nuestro país dicen claramente la cruda realidad de la economía nacional. Situaciones que no las ven las autoridades nacionales que manejan las finanzas del país. Por eso mismo, sería dable que tanto el presidente Luis Arce junto a su gabinete económico, por lo menos una vez al mes visiten y almuercen en los mercados populares junto al pueblo que tanto dicen representar en sus encendidos discursos. Ahí se darán cuenta que mucha gente no tiene qué comer.
Es hora para que las autoridades nacionales y muy en especial los del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, mejoren la situación económica de la población en general, porque, en caso contrario, eso será un gran argumento para que su principal opositor que tienen, como es el jefe de su propio instrumento político, Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, se encargue de bajarlos del poder.

El autor es Comunicador Social.

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