Con la certeza de que “no hay personas ni sociedades libres sin libertad de expresión y de prensa”, desde 1904, EL DIARIO ejerce un periodismo confiable, imparcial e independiente, lejos de todo sectarismo y fanatismo que puedan enlodar sus páginas y hoy, en su 119 aniversario, ratifica su compromiso de seguir informando con la verdad, enmarcado en los principios éticos y de profesionalismo.
Fiel a su sabia consigna: “La prensa hace la luz en las tinieblas, y todo cuanto existe de progreso en el mundo, se debe a su inagotable labor”, cumple su misión de defender de manera intransigente los intereses nacionales, además de luchar por la libertad de expresión como derecho fundamental e inalienable, inherente a todas las personas en el sistema democrático.
EL DIARIO fue fundado por el doctor José Carrasco Torrico el 5 de abril de 1904, mantuvo invariable su línea independiente en cinco generaciones que le permitió alcanzar la preferencia plena de los lectores, tanto en el país como fuera de las fronteras, por su veracidad, imparcialidad y su alto grado de profesionalismo en el tratamiento de la información, buscando la verdad.
PAPEL FUNDAMENTAL E IRREMPLAZABLE
Para el expresidente e historiador, Carlos Mesa Gisbert, los medios de comunicación juegan un papel “fundamental e irremplazable” en la defensa de la soberanía nacional, sobre todo en tiempos en que la opinión pública tiene más peso que en el pasado.
“Los medios informan, educan y sensibilizan sobre los temas que son importantes para la sociedad y en este caso, la defensa de la heredad y el fortalecimiento de la soberanía nacional son aspectos centrales en la construcción de los valores patrióticos”, sostuvo el exmandatario en declaraciones a este medio.
En criterio del exmandatario, una prensa que advierte, denuncia y promueve la defensa de la patria, puede llegar a tener más relevancia que la diplomacia o las políticas públicas, esto por su credibilidad y cercanía con la población.
Por ello, se destaca el trabajo de EL DIARIO por ser un medio profundamente comprometido con la causa marítima y otros conflictos en los que se tuvo que salir en defensa de los intereses de la patria, como el desvío del río Lauca o la controversia por las aguas del Silala, tanto desde los espacios informativos como desde la línea editorial y de opinión.
“Fue uno de los primeros medios que alertó sobre el uso y explotación abusiva de las aguas del Silala por parte de Chile e inició una campaña intensiva que se convirtió una causa nacional que, lamentablemente no tuvo el mejor final a causa de un manejo deficiente del tema por parte del gobierno boliviano”, dijo.
Puntualizó que en el tema marítimo, el Decano de la Prensa Nacional ha dado muestras de su adscripción profunda con la causa, incluso después del fallo adverso de La Haya. De esta forma, es el medio que continúa a la vanguardia de este tema, mostrando que como país no se debe perder la fe y seguir trabajando desde diferentes estrategias con el mismo propósito.
“Esa posición le valió el reconocimiento y gratitud de los bolivianos, y la admiración y respeto del periodismo porque nos mostró que tomar posición cuando se trata de la defensa de los legítimos derechos del país, no es atentar contra la equidistancia y la objetividad que se le demanda al periodismo, sino que es una muestra clara y profunda de ética y compromiso con Bolivia”, sostuvo.
“Es uno de los pocos periódicos que no ha sufrido transformaciones estructurales y mantiene la fidelidad de la opinión pública que lo sigue. Incluso hoy en tiempos de acoso y asfixia a la que son sometidos los medios independientes, continúa trabajando con el mismo esfuerzo, en lo que más sabe y sostiene: la búsqueda de la verdad y la defensa de los intereses del país”, finalizó.