Gobierno reporta inflación negativa pero la realidad muestra lo contrario

Al primer trimestre de este año, Bolivia registra una inflación de -019%, una de las tasas más bajas de la región, cuya cifra también refleja una reducida actividad económica. A marzo el porcentaje del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue de -0,08%, informó el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, aunque la realidad en los mercados de expendio de productos de primera necesidad muestra un panorama diferente.
En su momento, el economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, sostuvo que los datos estadísticos de la inflación no estarían acorde a la realidad de los precios de los productos de la canasta familiar.
En su red social, el economista y docente de la Universidad Católica Boliviana, Gonzalo Chávez, dijo que la ponderación de los alimentos no pesa en el índice de Precios al Consumidor (IPC), pues a pesar de que los precios suben no se refleja en el dato estadístico.
La disminución de -0,08% del IPC registrado en marzo se explica, principalmente, por la variación negativa de los precios en las divisiones de: Transporte; Bebidas alcohólicas y tabaco; Alimentos y bebidas no alcohólicas y Alimentos y bebidas consumidos fuera del hogar.
Sin embargo, las familias bolivianas observaron un incremento de casi 100% del huevo, la papa tampoco baja de valor mantiene un precio alto, la carne de pollo está un poco elevado y las hortalizas y verduras, algunas, mantienen precios y otras no.
En conferencia de prensa, el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, explicó que la inflación en marzo fue de -0,08% y la acumulada al primer trimestre de -0,19%.
«Este dato refleja una vez más la estabilidad de los precios en la economía boliviana, este dato refleja también la estabilidad económica que viene recuperando nuestra economía en el marco del proceso de reconstrucción económica iniciada en noviembre del año 2020», afirmó.
La autoridad señaló que la papa tuvo una variación de -15,85%, el tomate de -10,82%, el transporte interdepartamental en ómnibus/flota de -13,58%, la arveja verde de -8,07%, el televisor de -2,56% y la cebolla de -3,51%. Datos que contradicen con la realidad en los mercados del país.
Para el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, las cifras son algo coyunturales, además de ingresar en una deflación o estanflación trae sus consecuencias, por lo tanto no es bueno alegrarse porque los precios estén bajando.
«Creo que hay que tomarlo con cautela», dijo a tiempo de recordar que la composición de la canasta básica de alimentos tiene una incidencia del 6% en el IPC.
El Programa Fiscal Financiero 2023, firmado por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas y el Banco Central de Bolivia (BCB), establece para este 2023 un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 4,86% y una tasa de inflación de fin de periodo de 3,28%, según los datos oficiales.