martes, septiembre 3, 2024
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“Nuevos ricos”… uníos

Hace más de un siglo, el ideólogo del marxismo escribió así para exaltar su doctrina: “proletarios del mundo… uníos” (para derrotar al capitalismo). Aquí, permítasenos afirmar: “nuevos ricos… uníos” (para vencer a la pobreza).

AL GRANO
En el año 2012 (ver en hemerotecas), los diarios paceños y otros medios de comunicación, difundieron noticias relativas a ciudadanos que poseerían sumas que oscilaban entre seis mil y algo de más de mil millones de bolivianos. Después no se supo (como casi siempre) nada más del tema. Y si es que esas sumas eran evidentes, aquí los “colorados” bolivianos y “verdes” gringos tal vez habrían volado lejos, lejos y a bancos extranjeros.

HOY
También hoy, los mismos medios, especialmente los noticieros de TV, abundan diariamente y hasta el cansancio, sobre negociados como otorgación de millonarias coimas, desvío de fondos del Estado, sobreprecios en obras públicas, y el ya trillado tema de la corrupción administrativa; pero esta vez con novedosas “técnicas” dignas de grandes financistas. Y lógicamente que el resultado de esas actividades ilícitas es la aparición y el surgimiento de “nuevos ricos”, todos, provenientes de la denominada “clase política” o politiquería presupuestívora.
No es censurable el llegar a ser “nuevo rico”. Cualquier ciudadano puede acumular fortunas; pero, esa situación tendría que ser lograda mediante un largo trabajo honesto.

SUGERENCIAS
Ya que todo está consumado, desde esta columna permítasenos también una benévola sugerencia dirigida a estos nuevos acaudalados y mimados de la diosa Fortuna. Reúnanse entre todos y separen una cantidad de su dinero y por su cuentan ordenen la construcción de un nuevo nosocomio similar o de mayor capacidad del actual Hospital Obrero Nº 2 de Miraflores. Ese hospital, construido en 1955 durante el gobierno de Víctor Paz Estensoro, ya no tiene capacidad para la atención de miles de asegurados a la Caja Nacional de Salud.
Los médicos, enfermeras, personal administrativo y de servicio, ponen toda su buena voluntad para atender a los pacientes; pero, existen limitaciones como la insuficiencia de camas, equipos médicos para ecografías, análisis de sangre y otros adelantos de la Medicina.
Con su aporte económico el nuevo y amplio hospital cubriría todas esas deficiencias y los asegurados ya no tendrían que esperar semanas para conocer el resultado de sus análisis. Para que la justicia llegue a todos, también habría que destinar un pabellón para proteger y atender a hombres, mujeres, ancianos y niños del campo (especialmente del Norte de Potosí). Y no olvidarse de menesterosos que viven en extrema pobreza en algunos cerros paceños.

ESPERANZA
Si todo esto se convertiría en realidad, miles de enfermos, mendicantes y sus familiares, pedirían bendiciones para los “nuevos ricos” convertidos en benefactores.
De no concretarse este anhelo ¿Qué destino tendrían esos millones de billetes? ¿Llevados a bancos extranjeros? ¿Serian derrochados en placeres mundanos y pasajeros? ¿Lo esconderían en el entretecho o debajo del machihembrado de sus lujosas residencias? ¿O lo guardarían para dejar a sus futuras generaciones?
Señores millonarios: pónganse la mano al pecho y escuchen esta sugerencia. Que su paso por este valle de lágrimas llamado Tierra sea de beneficio para muchos bolivianos que soportan estoicamente toda clase de adversidades.
Agradecimientos anticipados por su amable atención.

OTROSÍ
Soñar con la justicia nada cuesta.

El autor es dibujante, escritor y periodista.

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