lunes, julio 29, 2024
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Después de una noche oscura nace la fe

La muerte de Jesús en la cruz significó para sus apóstoles y amigos la caída de una larga noche, pues llegaron a cuestionar su Fe y sus propias vidas. No podían ver con claridad la grandeza del sacrificio de Cristo, solo se quedaron atónitos ante la crudeza de la muerte, la soledad y la desesperación. Luego de la experiencia de la resurrección no solo cambiaron la desolación por esperanza, sino que hicieron de sus vidas una opción de Servicio y de Amor.
La venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y luego las misiones evangelizadoras de Pedro y Pablo, le dieron al cristianismo un alcance mayor, no solo entre los judíos, sino también entre los llamados gentiles. Es así que esta Fe naciente pudo llegar hasta las mismísimas puertas de Grecia y Roma. Lo que ocurrió después es sabido por todos, esta nueva creencia llegó a ser perseguida y sancionada con muerte; varios testimonios existen de cómo los fieles cristianos, en vez de sentirse angustiados o tristes ante la presencia de la muerte, reían y cantaban a Dios, ya que para ellos no era un sacrificio dar la vida por El Evangelio, al contrario, era un honor seguir los pasos de su maestro.
Después de la institucionalización del Cristianismo como religión oficial del Imperio Romano, la Iglesia pasó a formar parte intrínseca de éste. Para bien o para mal, se jerarquizaron los clérigos y muchos de ellos se encumbraron en el poder, olvidando así la misión prima de la Iglesia. Nuevamente la oscuridad de la noche recayó sobre la Fe, pero a pesar de la penumbra, la luz siempre encontró un lugar por donde escabullirse. San Francisco de Asís, Santa Teresita de Jesús, San Juan Bautista de La Salle, San Juan Bosco, etc., son solo un puñado de Santos que remaron contra corriente. Ya en pleno Siglo XXI la Iglesia Católica sigue emanando Luz y Esperanza para aquellos que la necesiten.
Bolivia es un Estado Laico, en el cual son respetadas las creencias religiosas de todos los bolivianos por igual, lo cual es totalmente encomiable, pues nadie puede llegar a discriminar ni excluir a persona alguna por el solo hecho de profesar una Fe distinta. Definitivamente, el Estado debe estar ausente de todo tipo de privilegios hacia alguna agrupación religiosa, todo esto resulta ser altamente beneficioso para un buen convivir en sociedad.
La Fe y la tradición católica ejercen una influencia profunda en el accionar diario de la sociedad; obviamente, ésta se manifiesta con mayor énfasis en situaciones puntuales: Semana Santa, Corpus Cristi, etc., por ende, tratar de negar la presencia del Cristianismo Católico en Bolivia resulta un poco más que inútil.
El famoso Art. 4 de la CPE no da prioridad ni pone a una creencia de Fe por encima de otra, pero en la práctica pareciera que de algún modo se ha tratado de venir a menos y menospreciar nuestra tradición Cristiano-Católica, la respuesta es totalmente firme. Dios vive en el corazón y en las tradiciones de nuestra sociedad; el laicismo, el relativismo y el progresismo pondrán tratar de tapar la Luz de Cristo, pero siempre les resultará inútil, ya que no se puede tapar el sol con un dedo. Cabe recordar que después de una noche oscura nació la Fe que ahora abrazan millones de personas alrededor del mundo.
“No tengan miedo que aquel que estaba muerto, Dios lo ha Resucitado” Mt 28: 5-10

El autor es Teólogo y Bloguero.

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