Discordancias

Ante la vigencia del conflicto entre el Ministerio de Educación y la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia (CTEUB), sin duda, la consecuencia que pone en vilo al Subsistema Regular —nivel inicial, primaria y secundaria— es la inesperada decisión de las autoridades educativas sobre la flexibilización en la implementación del currículo actualizado (planes y programas).
Al respecto, el Instructivo IT/VER Nº 0031/2023 de 3 de abril, emanado por el viceministro de Educación Regular, Bartolomé Puma Velásquez, dispone la necesaria flexibilidad en el seguimiento académico de la implementación progresiva de los contenidos del currículo actualizado, aprobado mediante Resolución Ministerial Nº 1040/2022.
Así también, el referido Instructivo deja prácticamente al libre albedrío de los maestros, las adecuaciones y dosificaciones de los contenidos del currículo actualizado, especialmente en la enseñanza de inglés en primaria y robótica en secundaria; además, se exhorta a las autoridades educativas prestar la atención y orientación sobre la educación sexual integral.
Tales antecedentes, son totalmente discordantes con la gestión curricular del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo, establecidos en los artículos 67 y 68 de la Resolución Ministerial Nº 001/2023, que disponen taxativamente, la obligatoriedad de aplicación del currículo actualizado mediante la práctica educativa.
Consecuentemente, la flexibilización en la implementación del currículo actualizado, traerá consigo la anarquía en el desarrollo curricular, debido a que las unidades educativas fiscales, privadas y de convenio no tendrán la misma secuencia de aplicación de los contenidos en las diferentes áreas de saberes y conocimientos.
En otras palabras, la flexibilización en la implementación del currículo actualizado, conllevará a que se agudice más la diferencia de las concreciones curriculares en los contextos educativos urbanos y rurales, causando desventaja marcada en el aprendizaje entre estudiantes.
En tal sentido, es imperante que el Ministerio de Educación defina responsablemente el currículo base que debe implementarse; es decir, el actualizado o el anterior, decisión que deberá ser cumplida en todas las unidades educativas, a fin de evitar desniveles de aprendizaje en los estudiantes.