sábado, julio 27, 2024
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“El exorcista del Papa”: La construcción de Abadías en Irlanda

Otra razón por la cual Julius Avery se sintió atraído hacia el proyecto fue el inmenso rango de la cinta: no tendría que quedarse encerrado en un dormitorio. “Esto es mucho más que un exorcismo; es una conspiración. Hay algo enorme en juego. Las probabilidades en contra son muy altas”, dice Avery. Así, Avery filmó la cinta en impresionantes locaciones internacionales. Estos lugares fueron los únicos capaces de reflejar todo lo que los personajes desentierran. “Filmamos en Roma. Filmamos en Irlanda. Hallamos una arquitectura antigua y asombrosa, que contribuyó mucho a la creación de algunos de los sets más grandes de mi carrera”.

Uno de los sets medulares no es otro que la abadía. Con la intención de brindar un nuevo comienzo a su familia, Julia lleva a sus hijos a una abadía abandonada en España, que ella planea restaurar. Pero ciertos extraños sucesos les permiten descubrir que la abadía “ha sido construida y reconstruida en ese mismo sitio y que la historia misma se encuentra justo debajo del edificio, en capas que pueden ser eliminadas una tras otra”, dice Russell Crowe. “Tras haber realizado estos misteriosos descubrimientos, la familia comienza a atar cabos y comprender aquello a lo que se enfrentan”.

Durante la preproducción, Alan Gilmore, diseñador de producción de la cinta, y cuyos créditos incluyen The Bourne Ultimatum, Extinction y World War Z, comenzó a investigar abadías y monasterios del siglo XV. Avery anhelaba específicamente un entorno gótico y europeo- gris, frío y aciago- así que Gilmore y su equipo se pusieron manos a la obra. Los realizadores decidieron filmar en Irlanda, así que el equipo de locaciones comenzó a escudriñar la zona en busca de la locación perfecta.

Existían algunos criterios para el exterior de la Abadía de San Sebastián: el edificio debía hallarse en un punto elevado y accesible a través de una carretera moderna, para una escena en la que Julia y los chicos arriban en automóvil, y para otra en la que, más tarde, Amorth hace su arribo montado en su motoneta Lambretta. Tras una intensa y extensa búsqueda a lo largo y ancho de Irlanda – “Echamos un vistazo a todos los castillos de Irlanda a lo largo de dos meses”, según Gilmore. Al final, los realizadores se decidieron por un edificio abandonado en Lemerick.

El gerente de locaciones Eoin Holohan describe así las virtudes del castillo: “Se trataba de una estructura gótica, en lo más profundo de un bosque. Nos ofrecía un sitio elevado, un claro horizonte y un acceso por carretera”. El equipo de diseño revistió el terreno con vegetación muerta y construyó tanto una reja de entrada como un claustro.

Los realizadores capturaron los interiores de la abadía utilizando los escenarios de los Estudios Ardmore, ubicados en Dublín. Gilmore planeó la disposición inspirándose en los vitrales de la Iglesia de Cristo, una catedral en Dublín, e incorporando referencias demoníacas –pentagramas, por ejemplo- junto a la iconografía religiosa. “Creamos, en el set, una abadía española compleja, y construimos un set enorme conformado por numerosas habitaciones, una entrada gigantesca, una serie de pasillos, catacumbas y capillas, con el fin de conferirle realismo al entorno”, dice Belgrad.

Para el diseño del vestíbulo de la abadía, bajo construcción y oculto por los andamios durante la restauración que Julia realiza, Gilmore añadió unos cuantos detalles. Un descansillo con vista al atrio incluye pasamanos, ventanas y arquitectura gótica. Asimismo, añadió acabados y diseños similares a los que vio en una serie de iglesias alrededor del mundo, pero, sobre todo, incluyó un elemento destacado: el candelabro.

La habitación de Henry, el sitio de la posesión demoníaca, constituyó uno de los sets cruciales en los Estudios Ardmore. El espacio incorporó un techo con cúpula, un ventanal (estéticamente acoplado al exterior el castillo) y un espejo.

“Este espacio conserva las sombras que dominaban en los tiempos de la abadía”, explica Gilmore. “Veremos símbolos religiosos en las ventanas, arcos góticos, arquitectura vetusta, de hace cuatrocientos años. En la película, el pobre Henry es poseído por un demonio, y una horrenda transformación le acontece en su cama”.

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