Problemas que afectan a la justicia nacional

Generalmente, cuando es inaugurado el año judicial, se resalta en discursos de circunstancia que la ley establece el carácter público, gratuito y accesible de la Justicia. Sin embargo, eso es en teoría, por lo que se solicita a los poderes públicos y a los administradores de justicia que garanticen su efectivo y cumplimiento. Y es que grande parte de la población se encuentra privada de acceder directamente a los medios judiciales, considerando que exageradas formalidades hacen casi imposible su uso.
Tienen mucha razón los expertos que hacen observaciones dentro y fuera del país sobre las falencias que afectan a la justicia nacional. Sin embargo, no son frecuentes los análisis para una correcta administración de justicia, lo que no solo depende de los jueces y magistrados, sino inclusive de los abogados, en mayor medida de lo que se podría suponer. No se podrá tener un más amplio acceso a la justicia si continúan los mismos defectos que desde hace años la hacen inviable, entre ellos la venalidad. Esta no siempre parte de las autoridades judiciales, sino de quienes la inducen. Por supuesto, existen abogados intachables, pero otros desmerecen su investidura. Por ello, el aparato judicial tiene la obligación de luchar contra los denominados “consorcios de jueces y abogados” y otras formas ilícitas. Por ello son numerosas las quejas de litigantes contra sus patrocinadores.
Otra deformación de la justicia radica en el mal uso de los juicios penales que, por los factores mencionados, han sido convertidos en arma de chantaje por las partes o algunos jueces, obligando a los injustamente sindicados a recurrir a la coima o ser encarcelados. Por ello son muy importantes el acceso a la justicia, el correcto manejo de los mecanismos judiciales y la conducta intachable de sus administradores.
También se ha recomendado el funcionamiento de juzgados de paz, en procura de la conciliación entre las partes, a fin de evitar el ingreso en juicios engorrosos, costosos y susceptibles a la repudiada retardación de justicia. Por todo lo mencionado, falta bastante por hacer a favor de los sufridos litigantes, como una reforma profunda del sistema judicial, la cual ha sido motivo de promesas de los gobernantes de turno, pero sin que hasta la fecha se vislumbre el camino para hacerla realidad.
Finalmente, una adversa administración de justicia, como lo demuestra la proliferación de la delincuencia, amparada por la impunidad, da lugar, entre otros males, a la aplicación de la “justicia por mano propia”, con los inaceptables linchamientos.