Rosa Mamani Chura
Las actividades lúdicas incluyen juegos educativos, ya sea dinámicas en grupo. Es una opción para fortalecer el desarrollo del equilibrio y coordinación en los movimientos de niños y niñas. Estas estrategias de actividades lúdicas utilizan las maestras y maestros en las Unidades Educativas, herramienta para alcanzar un mejor desarrollo y aprendizaje significativo. Es imprescindible presentar juegos de innovación y creatividad en el proceso de enseñanza-aprendizaje, esto nos lleva a desafiar diversas situaciones en el ámbito educativo.
En ese sentido, las actividades lúdicas ayudan a los menores a desarrollar equilibrio, coordinación de movimientos, lateralidades y otros. Asimismo les ayuda a adquirir fuerza, habilidad y agilidad, es decir que los juegos estimulan la motricidad gruesa y motricidad fina, afianzando el desarrollo de movimientos para dominar la coordinación; óculo-manual y óculo-pédico. A nivel afectivo y social, facilita la relación con otras personas y el reconocimiento y capacidad de afrontar sus miedos.
La motricidad gruesa ayuda a niños y niñas a descubrir nuevas experiencias y así acceder a un mundo de juegos, destrezas y actividades sociales. En tal sentido, es muy importante que los infantes desarrollen las habilidades motoras gruesas, que nos permiten realizar movimientos más grandes, como correr o saltar y las habilidades motoras finas, que consisten en hacer movimientos de nuestras manos y muñecas, que generalmente utilizamos a diario. Además, al jugar los niños y niñas pueden crear situaciones de la vida real, resolver problemas utilizando la imaginación, desarrollar su lenguaje y enriquecer su vocabulario, su expresión oral, gestual y corporal.
Las actividades lúdicas son importantes para un mejor desarrollo de la motricidad gruesa y motricidad fina, de la misma manera facilitan la expresión, la espontaneidad y la socialización con los demás sujetos. Además, las actividades lúdicas son un factor para enriquecer las habilidades motrices de niños y niñas, entrelazando la creatividad y el conocimiento. El juego es imprescindible en la educación, por ello los maestros y maestras deben incluir este tipo de espacios dentro y fuera del aula y que se conviertan en una potente estrategia de trabajo. A través de las actividades lúdicas los niños aprenden a pensar y se vuelven más independientes, y la imaginación y la creatividad se amplían día tras día.