La exministra de Salud, Eidy Roca, pidió ayer que no jueguen con su vida, después de advertir que el juez Presvítero Rodríguez, del Tribunal Departamental de La Paz, continúa poniendo obstáculos para su salida del país, evitando así que ella reciba atención médica especializada en Argentina.
La semana pasada, los jueces del Tribunal Onceavo de Sentencia en lo Penal de Santa Cruz, Zulema Medina, Alex Bejarano y Rebeca Guzmán, concedieron tutela a la Acción de Libertad que presentó la exministra, para recibir atención médica en el exterior, no obstante, el caso volvió al juez Presvítero Rodríguez, quien debería evaluar los certificados médicos.
Al salir de la audiencia, Roca, visiblemente afectada, lamentó la decisión porque, debido a su estado de gravedad, necesita atención médica urgente, empero los jueces demandaron conocer el tiempo y el lugar de viaje, por lo que devolvieron la causa al juez Rodríguez que ya rechazó la solicitud y continúa dilatando a pesar que el fallo del tribunal ordena una respuesta “en el día”,.
“¿Dónde está su promesa de no poner obstáculos Presidente? Pasaron tres días hábiles y aún el juez Presvitero Rodríguez no acepta la notificación en La Paz. Voy a perder nuevamente la cita médica. No jueguen con la vida. No desafíen a la justicia Divina. La verdadera”, escribió la exministra en sus redes sociales.
El mes pasado, en una nota dirigida al presidente Luis Arce, la exministra ratificó su inocencia en el proceso que se le sigue por el caso respiradores y solicitó se le conceda un permiso especial para atender una grave enfermedad en el extranjero.
La exautoridad, que se encuentra bajo arresto domiciliario desde hace dos años, denunció que en tres oportunidades le fue negado el permiso, lo que en su caso y debido a su delicado estado de salud representa una “condena a muerte”.
El martes, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia denunció que el juez Rodríguez bloquea la salida de Roca e indicó que el juzgador argumentó que no conoce los actos jurídicos del caso.
La exministra está a la espera de que la justicia le levante el arraigo, para viajar al exterior a recibir atención médica. Su cuadro clínico es delicado.