Mejorar salud y educación para salir del subdesarrollo

En todos los países donde se ha logrado el desarrollo económico y social se afirma que ello fue posible con una población que pudo reducir sus niveles de subdesarrollo y pobreza, mejorando índices relacionados con educación y salud. Todo lo hecho para tener altos porcentajes de mejoramiento en atención de salud y educación, ha sido decisivo para salir de estados de pobreza extrema. Solo de esa manera se podría arribar, mediante esfuerzo constante, al desarrollo sostenido, que es paso decisivo hacia el progreso.
Países ricos y desarrollados se precian justamente de haber alcanzado situaciones expectables porque lograron colocarse en niveles altos en educación, con enorme avance tecnológico, así como brindando atención sanitaria de notoria calidad y masiva.
Es un hecho que los países que alcanzaron altos índices de desarrollo y progreso permanente, redujeron enormemente las secuelas de pobreza. Cada uno de ellos ha encontrado los medios para perfeccionar sus sistemas de salud y contar con población que accede a una mejor educación. No obstante, esas naciones siguen buscando mayores avances científicos y tecnológicos que les permitan luchar mejor, por ejemplo, en materia de salud, contra enfermedades que aparecen cada cierto tiempo en el planeta.
En Bolivia, lamentablemente, desde hace décadas y a pesar del crecimiento poblacional, la atención en materia de salud continúa siendo deficitaria. Tal deficiencia fue más notoria cuando apareció el Covid-19 hace pocos años, ya que no se contó entonces oportunamente con las dosis necesarias de vacunas para enfrentar a tan peligroso virus que expertos aseguran que salió de China. Por otra parte, aunque se anunció desde el gobierno de turno varias veces la construcción de hospitales en territorio nacional, con el paso del tiempo se observó que algunos de ellos no entraron en funcionamiento por falta de presupuesto, equipamiento y personal médico. Además, en los centros sanitarios, hasta hoy los sufridos pacientes tienen que madrugar y hacer filas en busca de atención y si no cuentan con suficientes recursos económicos, al final quedan librados a su suerte.
En cuanto a educación, continúan las protestas del magisterio nacional que ha hecho conocer una serie de demandas para que el gobierno las atienda. Dicho sector pide, entre otras cosas, mayor presupuesto y rechaza la llamada “actualización de la currícula escolar”, porque para llevarla a la práctica, según los maestros, se requiere especialización y resolver el asunto de la carga horaria. Demás está decir, que la introducción de ciertos temas, como la robótica, opiniones sobre hechos políticos polémicos o la educación sexual, no ha sido motivo de suficiente debate, en sentido amplio, para saber cuáles son los objetivos para abordarlos en unidades educativas y si, al final, servirán para mejorar el nivel de enseñanza de los estudiantes del país.