Desde que Twitter cambió de dueño los cambios en la red social han sido muchos, varios de ellos no gustaron a sus usuarios pero otros lograron el visto bueno. Hasta ahora Twitter ha pretendido que los usuarios siguieran generando todos los contenidos con los que pretende ingresar más y más dinero. La propia naturaleza de las redes sociales y el modelo UGC (User Generated Content) empuja en este sentido, claro, pero ocurre que a partir de cierto punto los usuarios pueden acabar por cansarse de generar contenidos con los que otros lucran, y no recibir ni siquiera el reconocimiento que suponía, hasta ahora, el verificado tradicional.
La economía de los creadores de contenido es un fenómeno muy presente y muy real, y eso significa que los usuarios son cada vez más conscientes del valor de su trabajo. Cada vez quedan más lejos los tiempos en los que estas actividades se llevaban a cabo por una combinación de ocio, curiosidad y gana de divulgar. Y aunque al hablar de creación de contenidos lo normal es pensar en YouTube, Twitch y demás plataformas audiovisuales, lo cierto es que hay hilos de Twitter que tienen poco o nada que envidiar a las disertaciones que podemos encontrar en vídeos y directos.
Afortunadamente, para sus propios intereses y para los de sus usuarios, parece que en la red social se han dado cuenta de ello y, lo que es mejor, han ideado cómo darle solución. Y es que, después de una primera prueba en este sentido hace ya tiempo, Twitter ya ofrece la función de suscripción a creadores. En este despliegue masivo, la modalidad de suscripción ya se ofrece en 115 países.
Según se puede ver en la página habilitada para informar sobre las suscripciones, los requisitos son bastante sencillos:
Ser mayor de 18 años. Tener al menos 500 seguidores. Activo en los últimos 30 días
Si el usuario cumple estas condiciones y desea inscribirse, tendrá que escoger el precio que quiere cobrar por la suscripción, y se comprometerá a publicar un mínimo de 25 tweets cada 30 días. A partir de ese punto, cada vez que publique un mensaje podrá escoger si desea que éste sea visible por todo el mundo o sí, por el contrario, se dirige de manera exclusiva a sus suscriptores.
La distribución de los ingresos también es un punto importante, y lo cierto es que la política de Twitter a este respecto es destacable. Hasta que el usuario alcance un acumulado de 50.000 dólares, percibirá un 97% de los ingresos generados (excluyendo, claro, los gastos, como las comisiones a las tiendas digitales que empleen los suscriptores para hacer sus pagos) y, una vez que hayan alcanzado esa cifra, el reparto pasará a ser del 80% para el creador y del 20% para Twitter.