Empecemos indicando, que ninguno de nosotros puede negar y menos expresar argumento alguno, en sentido de que en la escuela se comportó bien o era un santo. Recordar es añorar esos años pasados y pisados en nuestra infancia y juventud; sobre todo esas travesuras, bromas, ocurrencias y juegos que hemos organizado y cometido, en algunos casos inconscientemente, en las aulas de aprendizaje. ¡Oh nadie quiere recordar!, eso es imposible, ¿verdad?
Un esfuerzo mental no está por demás, a ver, recuerden: ¿Quién o quiénes fueron sus amigos/as de la infancia o juventud? Ah, cada quien tuvo su amigo/a; lo insoslayable es que tuvimos los primeros amigos/as en la escuela, con quienes organizamos juegos y más juegos hasta el cansancio; es una verdad irrefutable, innegable, inexcusable e imperecedera, eso les puedo asegurar y apostar a todos.
En consecuencia, la hora de recreo es un espacio de quince a veinte minutos, que se da en las escuelas dentro del horario mosaico, para dar un pequeño respiro a las actividades pedagógicas que llevan diariamente docentes y estudiantes en salas de aprendizaje escolar. En la hora de recreo, es cuando uno encuentra amigos/as para jugar, charlar, correr, saltar libremente. Percibimos y observamos diariamente a niños y niñas, jugando en el parque, en corredores y patio de la escuela, sin distinción de algún tipo, ni pensamientos sesgados como los que tenemos los adultos.
Entonces, ¿qué es la amistad? Según el diccionario, es el afecto o cariño que sienten entre dos personas; es la afinidad o conexión que existe entre dos personas, como observamos en las imágenes o fotos que alguna vez hemos tomado en la escuela, justo en la hora de recreo; cuando los niños abrazados y felices caminan en el patio de su escuela. O vemos con grata sorpresa a dos niñas tomadas de la mano que muy concentradas dialogan sobre sus asuntos personales, o niñas saltando en cuerda en el sector del atrio escolar.
Quince minutos de recreo, es un momento de mucha tensión y preocupación también para las señoras regentas y docentes; porque justo en ese lapso de tiempo, suelen pasar varias cosas: caídas en las gradas, accidentes fortuitos con el balón de fútbol, aglomeraciones en puesto de venta de la señora portera, peleas entre compañeros, conformación de grupos rivales, olvidos o pérdidas en algún lugar de la escuela de cuadernos, carpetas, uniformes, lentes, etc.
Son situaciones que se presentan en la hora de recreo, las que precisamente originan reclamos y quejas de los padres de familia hacía los docentes y la dirección. Es cuando sucede un hecho fortuito, incomprendido, ya que es imposible controlar las emociones, sensaciones, pensamientos de amistad y juegos que organizan los estudiantes en hora de recreo. Además, cuando se tiene grande cantidad de estudiantes inscritos en la escuela. Vamos a jugar chicos y chicas, sonó el timbre, ¡es hora de recreo…!
El autor es Director de unidad educativa.