domingo, diciembre 22, 2024
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ZAMBRANA: El crack yungueño

Para Reynaldo Zambrana Palza, el haberle tocado marcar a Diego Armando Maradona, cuando el máximo astro del fútbol mundial llegó a La Paz con Argentino Juniors en 1980, es la máxima anécdota que le tocó vivir en su trayectoria deportiva.
“Siempre relato esta historia a mis amigos: cuando yo jugaba en Bolívar, llegó a Bolivia Argentino Juniors con Diego Armando Maradona, mi técnico era Raúl Álvarez y él me alineó en ese partido y me tocó marcar al súper astro y no pude hacerlo, porque comenzando el partido, yo me apegaba a él y miraba la pelota para ver su trayectoria, pero Maradona ya estaba unos dos o tres metros delante. En los 65 minutos que jugué, creo que solamente le vi la sombra o el peinado. No fue una experiencia muy agradable en su momento, pero ahora es anécdota”, comenzó la entrevista con RETRO FÚTBOL.
“Hay jugadores que uno no puede creer que tengan ese nivel, al menos en el momento de tenerlos en frente en pleno juego. Pude ser testigo la agilidad mental, física y potencia de Maradona y desde entonces, he creído que anécdotas hay todos los días de un futbolista… si hubiese alguno que tuviese el don de escribir un libro con todas las circunstancias que se vive en un partido, creo que su obra llegaría a ser un best seller”, remarca.
Reynaldo compartió el gramado con Maradona, como también lo hicieron quienes en su momento eran sus compañeros de equipo en Bolívar.
El 19 de enero de 1980, los “celestes” estaban capitaneados por Carlos Aragonés y tenían en su alineación a Carlos Conrado Jiménez, Erwin Céspedes, Ricardo Troncone, Aldo Fierro, Ramiro Vargas, Carlos Borja, Luis Gregorio Gallo, Jesús Reynaldo, Fernando Salinas y Miguel Aguilar. En aquella oportunidad, Zambrana sustituyó a Céspedes. El resultado final del amistoso al que hace referencia nuestro entrevistado fue 3 a 1 a favor de los argentinos.
Las experiencias futbolísticas de Reynaldo Zambrana están presentes en todas las tertulias que ahora, él -después de casi medio siglo de estar activo en el fútbol- sostiene con sus amigos en el día a día de su cotidianidad.
Nacido en 1957, recuerda de su infancia la alegría que le dieron sus padres, su familia y jugar fútbol, siempre fue el centro de su atención.
“Desde muy chico me gustaba jugar fútbol, participé en campeonatos intercolegiales vistiendo la casaca del colegio Don Bosco y llegué a conformar la selección paceña de fútbol ”, recuerda.
“La persona clave para mí y para muchos en la formación deportiva fue el profesor Abdul Aramayo. Tuve la suerte de debutar en el profesionalismo con Bolívar, jugué en Fancesa de Sucre, Municipal y en 1983 tuve mi paso en The Strongest, luego Litoral y Orcabol de Cochabamba. Acabé profesionalmente en Wilstermann de Cochabamba en 1994”, resume su trayectoria.
Conversar con Zambrana es descubrir las entrelíneas del fútbol boliviano, porque él es una persona muy observadora y analítica. Siempre amable y generoso en sus apreciaciones con los demás, pero por sobre todo, sincero y frontal en sus opiniones.
“Mi debut como jugador fue a mis 15 o 16 años en el estadio Luis Lastra, en las cuartas de Bolívar, frente a Chaco Petrolero. Me sentía muy nervioso y a los 10 minutos fue expulsado. Esa fue una mala experiencia. Lo rescatable es que en ese momento, tuve el respaldo de todos mis compañeros, especialmente del profesor Aramayo”, cuenta.
Luego de ese inicio que pudo haber sido traumático para el adolescente Zambrana, su personalidad deportiva se fue forjando y fortaleciendo bajo las enseñanzas de entrenadores como Ramiro Blacut, Arturo López y Wilfredo Camacho. La preparación sostenida fue la base de su éxito.
“Creo que no he sido un jugador excelente, si no regular”, remarca. Empero, en esa regularidad encontró su mayor fortaleza.
Luego de sobresalir en Municipal; en The Strongest (1983) jugó la Copa Libertadores de América frente a Boca Juniors y River Plate de Argentina.
Recuerda a sus compañeros Luis Galarza, Juan Peña, Ricardo Fontana, Luis Iriondo, Ovidio Mesa, Eligio Martínez, Juan Carlos Oropeza y Uber Acosta.
Cuando Litoral ascendió a la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, en 1987 decidió contratarlo y se convirtió en uno de los principales pilares del equipo policial, junto a Ramiro Vargas, César Enríquez, Luis Orellana, Carlos Urízar y su entrañable compadre, el también paceño Enrique Gutiérrez.
“La diferencia entre los jugadores de antes y los de hoy en Bolivia es el tema económico, porque ahora están mucho mejor en este sentido y también ha cambiado mucho el aspecto físico. En nuestros días, los futbolistas tienen que estar al cien por ciento porque tienen que correr; ya no hay jugadores de un solo puesto. Por ejemplo, yo siempre jugué de 6 y tenía que marcarlo al 10 del equipo contrario. Ahora ya no se juega así. Sin embargo, creo que el futbol de antes era mucho más vistoso, era más agradable. Ahora se complican mucho (no lo disfrutan) y esto hace que desparezca la figura habilidosa en la cancha. Antes, el marcar al habilidoso llevaba a la violencia; ahora se cuida mucho este aspecto.”, analiza.
Dice que en el pasado “había más amor a la camiseta que al dinero y eso llevaba a jugar con más fervor”.
Con toda la experiencia acumulada, Reynaldo recomienda a los jóvenes deportistas de nuestro país que se tracen metas y que nunca declinen para conseguirlo. “De eso se trata la vida y el deporte, el futbolista tiene que ser firme, fuerte y consecuente si quiere llegar a la excelencia. Tiene que tener pasión y garra. La vida no solo te da laureles, si no también atajos. No todo es color de rosa. El deportista tiene que ser guerrero y dedicado, evitar entregarse a otras cosas que distraigan su objetivo. Por ejemplo, en nuestros días se pierde mucho tiempo en las redes sociales. Quien quiera ser deportista de verdad, debe dosificar sus actividades y consagrar el mayor tiempo de su día al entrenamiento”, expresa como su mayor consejo.
Reynaldo Zambrana Palza se autodefine como un orgulloso yungueño, hermoso lugar del departamento de La Paz, que aparte de ser un reino de la producción agropecuaria y bello paraje ecológico, es también un semillero de futbolistas.
“Me parece que con el trabajo que están haciendo varios entrenadores que son también exjugadores yungueños, dentro de un tiempo, veremos los frutos. Ojalá que a las nuevas figuras de los yungas les puedan dar oportunidad; especialmente los clubes profesionales paceños, para que puedan mostrarse. La historia de nuestro fútbol demuestra que el jugador yungueño tiene mucha habilidad y garra, solamente falta guiarlo para que sea mucho mejor y responsable. Admiro el trabajo que está haciendo Iván Castillo en este aspecto, él está forjando un gran futuro para nuestro balompié”, asegura.
Y volviendo a su vida, quien ahora es un padre realizado porque tiene sus hijos e hijas profesionales y con hogares bien establecidos, quien es un esposo cariñoso y admirador eterno de su amada compañera Marcia Vera ( también una gran exvoleibolista), asegura que en el corazón tiene un solo deseo, pero que “es imposible”.
“Mi mayor deseo es volverlos a ver a mis papás, pero sé que eso es improbable, porque ellos ya están al lado de Dios”, dice.
Con un andar firme, fuerte y decido, Reynaldo, que ahora se desempeña como mecánico automotriz de Comteco y radica hace 30 años en Cochabamba, afirma que “la vida tiene altibajos, pero la capacidad del ser humano se nota en cuanto se pone los pies sobre la tierra y se lucha cada día por ser mejor”.
“Cómo va la vida ahora, creo que el mayor anhelo que todos tenemos es estar sanos, ser productivos, disfrutar a la familia y conservar a los amigos”, concluye.
Y de seguro, él conservará por siempre los miles de amigos que le dio el fútbol y que hasta ahora tienen la dicha de escucharlo hablar de sus anécdotas y recuerdos que le dejó su paso por el futbol profesional de nuestro país. Reynaldo sigue jugando- ahora en torneos zonales y de mutuales- y cuando ingresa a la cancha, resurge el joven deportista, que desde sus 17 años les regaló emoción tras emoción a los hinchas de los principales equipos de Bolivia. Él es un crack yungueño, por siempre, para orgullo de su tierra, los Yungas de La Paz.

«Ahora los jugadores ya no son de un solo puesto»

FICHA
Nombre: Reynaldo Zambrana Palza
Lugar de nacimiento: Centro minero La Chojlla (Sud Yungas- La Paz)
Fecha de Nacimiento: 20 de julio de 1957
Lugar de radicatoria actual: Cochabamba
Ocupación actual: Mecánico automotriz de Comteco
Familia: Marcia Vera (esposa), Marcia Andrea, Ángela Marion, Reynaldo Damián y Daniel (hijos), Alicia y Marión (nietas)

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