Anthony Ramos interpreta a Noah en Transformers: El Despertar de las Bestias

Para interpretar a Noah, el ex-soldado del Ejército que se esfuerza para sostener a su madre y a su hermano pequeño enfermo, los realizadores cinematográficos necesitaban un actor lo bastante carismático para destacar entre sus colosales coestrellas robóticas. Después de ver el galardonado musical de 2021, In the Heights, la elección era evidente, afirma el productor Lorenzo di Bonaventura, se trataba de Anthony Ramos. “Deseábamos un nuevo rostro que pudiera representar auténticamente a Brooklyn y Anthony fue el que decidimos”, recuerda el productor. “Al instante vimos el carisma que tenía y era lo que necesitábamos para esta película”.
Las similitudes de la vida real entre Ramos y Noah ayudaron a consolidar la decisión. Al igual que Noah, Ramos nació en Brooklyn y creció en la década de los 90. “En realidad comparten muchos rasgos comunes”, añade el productor Mark Vahradian. “Anthony sabe cómo era Nueva York en 1994, así que aporta una gran autenticidad a su papel, incluyendo su voz, su contoneo y la forma en que se comporta. Encarna bien a este personaje pues la vida de Noah le recuerda su propia niñez. Gran parte ya estaba presente en el guión, pero una vez que lo contratamos, añadimos incluso más datos”.
Interpretar a Noah en Transformers: El Despertar de las Bestias fue la culminación de un sueño infantil para Ramos, que creció disfrutando la serie televisiva animada “Beast Wars” en su hogar de Brooklyn. “Participar en esta película es maravilloso, pues ‘Beast Wars’ fue uno de mis programas favoritos cuando era niño”, explica el actor. “Así que cuando leí el guión y vi que participaban Primal, Cheetor y Rhinox, ¡me sentí emocionado! Mientras trabajaba me sentí como un niño de nuevo”.
La conexión de Ramos con la franquicia se extiende también a la popular línea de juguetes Hasbro. Al igual que las figuras de acción Transformers originales, los juguetes de Beast Wars eran robots que cambiaban de forma dependiendo de la forma en que jugaras con ellos. Pero además de cambiar de robots a vehículos, los juguetes de Beast Wars también cambiaban de robots a animales. “Tenía uno de los más recientes, creo que era azul y plateado, nunca olvidaré ¡que lo perdí en la casa de mi niñera!”. Ramos dice esto con una mueca. “Estaba tan enojado por eso! Comprar ese juguete fue lo más emocionante que hice en ese momento de mi vida”.
Ramos afirma que el significado más profundo del programa fue lo que capturó su joven imaginación, no sólo la acción y las batallas interplanetarias. “Había una sensación familiar en la serie. Tenías a todos estos animales distintos que vivían juntos, pero también se convertían en unos robots fantásticos que se protegían entre ellos. Podías ver que se querían tanto como para enfrentar una guerra cuando era necesario, y la relación entre ellos fue muy cercana para mí”.
Muchas de las batallas entre robots que fascinaron a los fans de la serie televisiva se muestran vívidamente en la gran pantalla en Transformers: El Despertar de las Bestias, que adoptó el espectáculo que hizo tan famosas a las películas de Transformers para remontarlo a nuevos niveles. Ramos no puede esperar a que el público experimente esta emoción. “La película tiene algunas de las peleas entre robots más épicas en la serie completa”, afirma. “Tienes a los Maximals, los Terrorcons y los Autobots. Es decir, ¡algo alucinante! Steven tenía una visión y aportó muchas cosas a esta película que los espectadores nunca han visto”.
Trabajar con Caple fue maravilloso, dice Ramos, pues la capacidad del director para combinar las emociones humanas con la aventura y acción que te paralizan es lo que forma la identidad de esta película de Transformers por sí misma. “Cada momento de esta película tiene importancia, y los personajes siempre impulsan la acción. Steven me mostraba fotografías de los Autobots y desglosaba todo para mí antes de filmar una escena. Él describía cómo se sentían los robots en ese momento, y me indicaba cómo debía interpretar la escena emocionalmente. Después de eso, simplemente me imaginaba ¡cómo me sentiría si tuviera a un robot gigante que hablaba enfrente de mí!”.
Ramos describe a Noah como un joven que desea cuidar a las personas que ama y hacer lo correcto para su familia, incluso sin saber en ocasiones lo que se necesita. Un experto en electrónica gracias a su experiencia como técnico en comunicaciones cuando era militar, Noah gana dinero adicional arreglando las cajas de cables de sus vecinos, pero las facturas médicas de su hermano se elevan y sus prospectos de trabajo se reducen, por lo cual toma una decisión desesperada que no sólo cambia el curso de su propia vida, también altera el destino de todo el planeta.
Esto se debe a que se encuentra al volante de un Porsche 911 Carrera RS 3.8, edición especial plateada de 1993 (de la cual sólo se crearon 55) el cual resulta ser Mirage, un Autobot disfrazado. “Noah y Mirage forman un estrecho vínculo de inmediato, pero al principio él siente aprensión pues Mirage básicamente lo secuestra”, explica Ramos. “Es como si Noah tratara de robar un auto, pero en vez de eso, el auto lo roba a él. Pero pronto llegan a un acuerdo. Mirage invita a Noah a su asombroso viaje y en intercambio, él acepta convertirse en un costoso auto y dejar que Noah lo venda a alguien, ¡para después simplemente desaparecer!”.
Al describir la película como un ensamble acerca de personajes y mundos diferentes que aprenden a confiar unos en otros, Ramos cree que el mensaje subyacente de la película resonará intensamente con espectadores provenientes de todos los ámbitos de la vida. “La conexión que Noah desarrolla con estos enormes robots es lo que hace tan interesante esta película, y transmite un mensaje importante para el mundo entero. Expresa, sin importar quién eres y de dónde provienes, hay factores comunes entre todos, y creo que esto es lo más hermoso”.