domingo, julio 28, 2024
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Constituyente judicial

El “debate amplio y el gran acuerdo nacional” no debe estar en función a los intereses del poder. La única forma de blindar la transformación judicial es constitucionalizar la Reestructuración Orgánica del Poder Judicial; para que la política deje de interferir en la justicia y los malos jueces y fiscales dejen de ser serviles al poder. Esta reestructuración tiene dos caminos: la Reforma Parcial (vía iniciativa estatal) a la CPE o una Constituyente Judicial.
Un camino honesto con el país es una Constituyente Judicial. Un nuevo proceso constituyente que abra debates a los que el poder les teme: Federalismo y Justicia. Estos dos elementos transversales quizás son peligrosos para los intereses de las altas esferas. El Federalismo porque se regionalizarían los debates y se reabrirían heridas y las Justicia porque es una deuda histórica que la izquierda no tuvo la capacidad de resolver desde el año 2006.
Es necesario debatir sobre ambos temas en este tiempo o camino al 2025. El presidente que quiera gobernar Bolivia en el Bicentenario debe plantear y cerrar el debate de Federalismo y refundar la Justicia, extirpando a los malos operadores del sistema judicial. Hoy siguen existiendo más de 400 jueces no institucionalizados y desde el Consejo de la Magistratura se intenta forzar que se queden y jubilen en sus cargos, lo hagan bien o mal.
El otro camino es la reforma parcial de la Constitución, que puede darse vía Asamblea, mediante Ley de Reforma Constitucional aprobada por dos tercios del total de los miembros presentes de la Asamblea Legislativa Plurinacional, para lo que será necesario un referendo constitucional aprobatorio. Es decir, consenso parlamentario pleno. Sin embargo, esa ley de necesidad no debe ser trabajada por “notables”, porque los demás innotables en el país no tendrían derecho a opinar. Esos notables, además, ya tuvieron su momento político en nuestra historia (fueron actores políticos, constituyentes, viceministros, magistrados y familiares del poder) y ya deberían estar en la reserva, si se trata de colgar los cachos (hablando de fútbol).
Sin embargo, sí se puede invitar a expertos independientes lejanos al poder y que hagan su trabajo en menos de un año. Cuyas decisiones sean plenipotenciarias para la solidez de la propuesta de reestructuración judicial y cuyo resultado sea el concertado y aprobado por el sistema de partidos políticos; y luego que ellos refrenden la misma en la instancia democrática pertinente. Esos son los caminos: Constituyente Judicial o Reforma Parcial.

El autor es Abogado y Periodista.

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