La Paz sufre por momentos de abandono o dejadez

Por dejadeces u olvidos de antiguas vivencias, involuntariamente se hace abstracción de lo que fue La Paz, no solo como sede de gobierno sino como departamento que acoge desde hace muchos años a gente proveniente de todas las regiones del país. A pesar de su notorio crecimiento poblacional y el cambio de fisonomía de las ciudades de La Paz y El Alto, no ha recibido desde hace muchos años la debida atención por parte de las autoridades municipales y departamentales.
Si en el pasado había en la ciudad del Illimani fábricas y empresas de toda índole y tamaño que mostraban un avance industrial, hoy debido a diversas causas, como la inestabilidad política, las demandas frecuentes de sectores sociales insatisfechos, que asumen medidas de protesta como huelgas y bloqueos de calles y caminos, la situación actual es diferente.
Hoy la población de La Paz en su mayoría añora los buenos tiempos pasados y se preocupa porque las autoridades demuestran poco interés en solucionar numerosos problemas que agobian a los habitantes de ciudades y zonas rurales. En el caso de las urbes se requiere, por ejemplo, mayor presencia de policías, guardias municipales para recuperar el orden y la seguridad ciudadana. Nos referimos a que muchas calles están llenas de vendedores de todo tipo, lo que obstaculiza el paso de peatones y motorizados. Por otra parte, avezados delincuentes están siempre al acecho para apropiarse de lo ajeno, sea asaltando o incursionando en propiedad privada.
Por otra parte, muchas veces surgen sensaciones de que La Paz es una urbe presa de conflictos sociales, que ya no está entre las grandes ciudades, lugar que ocupaba en el pasado, cuando atraía a gente de otros departamentos y hasta extranjeros por el movimiento económico-comercial que mostraba. Hoy, por conflictos como los mencionados, varias fábricas y empresas son cerradas o trasladadas a otras regiones, incluso a países vecinos, donde encontrarán estabilidad y condiciones para progresar.
Actualmente La Paz, con sus dos ciudades y provincias espera tiempos mejores y obras que son indispensables para lograr una reactivación económica que le permita volver a crecer y coadyuvar al desarrollo del país. En ese sentido, la población paceña necesita que sus autoridades municipales y departamentales hagan realidad muchos proyectos que han sido elaborados por profesionales e instituciones interesadas en que La Paz no solo recobre su esplendor de otros tiempos, sino que, considerando los cambios demográficos, geográficos y laborales actuales, inicie otros estudios para solucionar problemas urgentes como, reiteramos, la pérdida de fuentes de empleo, que es resultado del cierre o traslado de empresas y fábricas.