El pueblo boliviano ha sentido profunda preocupación por el intempestivo ingreso a su territorio, de una unidad de militares del Estado bolivariano de Venezuela, acto que se ha realizado sin la autorización obligatoria que debían dar las autoridades legislativas y ejecutivas que actualmente manejan las riendas del Estado Plurinacional.
Esa operación militar de fuerzas extranjeras ha sido calificada por el Ministro de Defensa como una “actividad académica”, pero aun así se trató de una operación que requería con obligatoriedad, la autorización para el ingreso de esos 67 militares extranjeros. En efecto, se debió haber contado con la respectiva autorización de los órganos del Estado boliviano, aunque, al parecer, no fueron tomados en cuenta los principios naturales que sostienen al pueblo boliviano, así como disposiciones legales en vigencia.
Por ello la dignidad de nuestro país ha sido agraviada, al constatar cómo el régimen populista actual ha descuidado no solo las fronteras internas sino también las fronteras externas de la nación, poniendo, en esa forma, en riesgo la integridad del territorio y sus principios soberanos.
La población y los gobiernos bolivianos siempre tuvieron la responsabilidad de autorizar, en caso necesario, la presencia de tropas extranjeras, sin descuidar las normas establecidas para el caso. Ejemplos de esa naturaleza son numerosos, pero es necesario subrayar que en los casos en que tropas extranjeras ingresaron a Bolivia sin la autorización necesaria, en el acto reaccionaron enérgicamente las autoridades contra esa ocupación o ingreso ilegal. El Estado nacional boliviano rechazó de inmediato, como cuando se produjo la invasión de tropas peruanas en 1841, al mando del presidente peruano Agustín Gamarra, quien no solo fue derrotado, sino que murió en el intento.
Otro episodio, digno de recordación, fue el ingreso y ocupación de territorio nacional por tropas extranjeras al mando del aventurero Ernesto Che Guevara. Contra esa incursión guerrillera se movilizó todo el pueblo y terminó derrotando y expulsando a los invasores, incluyendo la muerte del jefe invasor.
La invasión extranjera, en el caso actual, se debió a la lenidad de las autoridades bolivianas ante este ingrato episodio de falta de respeto al pueblo boliviano. A la vez, la reacción de protesta general, ha determinado que las fuerzas partidarias de oposición reaccionen con decisión, demandando la salida de la expedición y sanciones para las autoridades legislativas y ejecutivas que hicieron posible ese atentado.