lunes, septiembre 30, 2024
InicioSeccionesOpiniónUnidos debemos encarar problema del contrabando

Unidos debemos encarar problema del contrabando

Hace pocos días, en el seminario internacional “Del Comercio Informal al Crimen Organizado: Los desafíos de la región frente al contrabando”, señalaron que esta ilícita actividad mueve al año unos 3.800 millones de dólares.
En este seminario internacional participaron, además de profesionales y empresarios bolivianos, delegados de Chile y Perú, países con los que compartimos fronteras.
El economista y exdirector del Banco Central de Bolivia, Gabriel Espinoza, usó como ejemplo el caso del contrabando de cigarrillos, que es alentado por la asimetría impositiva, pues “la diferencia de precios de venta, resultado de las tasas impositivas, favorece el contrabando”.
Para el economista Antonio Saravia, la mejor forma de luchar contra el contrabando no es combatirla sino legalizarla, es decir, desburocratizar la actividad pública, facilitando un mejor desempeño de la actividad privada en el país, bajar las regulaciones y hacer más competitiva a la producción nacional.
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, señaló que las acciones contra este comercio ilícito sólo llegan a un 3% de comisos.
En enero de 2023, la Aduana Nacional informó que el valor de los comisos en la gestión 2022 alcanzó una cifra récord de 737,4 millones de bolivianos (unos 106 millones de dólares). Un año antes, el 2021, la cifra alcanzó a 652 millones de bolivianos (unos 100 millones de dólares).
En el 2015, el Ministerio de Economía informaba que el contrabando movía entre 400 y 1.500 millones de dólares al año, y que el Estado dejaba de percibir aproximadamente 400 millones de dólares por la evasión de impuestos, aranceles y otros pagos formales. El foco principal de contrabando se ubica sobre las costas del Pacífico.
Mientras, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, en su informe de junio de 2016: Bolivia: contrabando e impacto en el PIB (2010 2014) –uno de los estudios más detallados–, realiza una aproximación al contrabando hormiga, y concluye que el valor estimado de contrabando promedio anual para el periodo 2010-2014 es de 1.680 millones de dólares, con atención a 2012 cuando se llegó a 1.827 millones de dólares. Si se suma la estimación del contrabando hormiga por 533 millones de dólares anuales se llega a un promedio anual estimado en 2.213 millones de dólares.
Según la Cámara Departamental de Industrias de Cochabamba, las estimaciones del contrabando en 2002 llegaban a 362,2 millones de dólares, y en 2012 subieron hasta 2.128 millones de dólares. En el mismo período, las pérdidas tributarias de Estado subieron de 65,8 millones de dólares a 438,7 millones de dólares.
Otros datos ratifican los efectos negativos del contrabando. En 2022 la evasión tributaria por concepto de IVA y Gravamen Arancelario por esta ilícita actividad superó los 900 millones de dólares. Al mismo tiempo, la competencia desleal de la irregular internación de mercancías representa una desleal competencia para más de 35.000 empresas industriales instaladas en el país, que generan 600.000 empleos formales.
Entre las varias medidas adoptadas por el Gobierno para encarar el contrabando, podemos citar la creación del Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando, aprobando el DS 3.540, en abril de 2018.
Este viceministerio tiene la tarea de implementar políticas y estrategias de lucha contra el contrabando, fortalecer los mecanismos de coordinación interinstitucional y coadyuvar en tareas de lucha contra el contrabando con la Aduana Nacional de Bolivia, las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana.
Enfrenar el contrabando entre los tres países juntos no solo debe tomar en cuenta su faceta económica, sino también sus implicaciones con otros delitos, como el narcotráfico, el robo de vehículos y la trata de personas.
En este escenario, una de las conclusiones del seminario fue que se debe acometer al contrabando coordinando acciones, no solamente entre el sector privado de los tres países, sino articulando acciones entre los gobiernos y deconstruyendo imaginarios sociales que naturalizan a este delito.
Como dijo Pablo Camacho, presidente de la CNI, debemos coordinar entre los tres países, para impulsar el comercio formal regional y fortalecer las acciones trasnacionales contra el contrabando.
Tenemos que reconocer que el contrabando no solo es un viejo problema en Bolivia, Chile y Perú, sino que crece cada vez más, se fortalece y se asocia con otros ilícitos. Por eso, debemos actuar juntos y coordinados.

El autor es Licenciado en economía de la UMSA, doctorado Ph.D. en Relaciones Internaciones de la Universidad del Salvador de Argentina, Académico de Número de la ABCE y Presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP).

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES